Los Reyes de la Amistad


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, donde todos los niños esperaban ansiosos la vuelta al cole después de las vacaciones de verano. Estaban emocionados por reencontrarse con sus amigos y comenzar a aprender cosas nuevas.

En ese pueblo vivían tres amigos inseparables: Martín, Sofía y Juanito. Eran como los tres mosqueteros, siempre juntos en todas las aventuras.

Durante el verano, habían estado planeando algo muy especial para la vuelta al cole: sorprender a todos disfrazados de Reyes Magos. Los días pasaron rápidamente y llegó el primer día de clases. Martín se levantó temprano y se vistió con su traje real, lleno de brillo y color.

Luego fue a casa de Sofía para ayudarla a prepararse también. Juntos fueron hasta la casa de Juanito para convencerlo de unirse a ellos en esta divertida locura. Cuando llegaron a la puerta de Juanito, tocaron el timbre con emoción.

Al abrirles la puerta, Juanito se sorprendió al verlos vestidos como Reyes Magos. "¡Hola! ¿Qué les pasa? No sabía que hoy era carnaval", dijo Juanito confundido. "No es carnaval", respondió Martín riendo-. "Es nuestra forma especial de darle la bienvenida al colegio".

Juanito sonrió y decidió unirse a sus amigos en esta gran aventura. Los tres caminaron hacia el colegio luciendo sus trajes reales mientras saludaban a todos los vecinos que encontraban en su camino.

Al llegar al colegio, causaron sensación entre sus compañeros. Todos se acercaban para felicitarlos por su originalidad y les preguntaban por qué habían decidido disfrazarse de Reyes Magos. "Queríamos empezar el año escolar llenos de alegría e ilusión", respondió Sofía.

"Además, queríamos recordarles a todos que la amistad es un regalo muy valioso", agregó Martín. Los tres amigos disfrutaron del día en el colegio, compartiendo risas y anécdotas con sus compañeros.

Durante el recreo, jugaron juntos como siempre lo hacían, demostrando que la amistad no tiene límites ni barreras. A medida que los días pasaban, Martín, Sofía y Juanito continuaron sorprendiendo a sus compañeros con diferentes actividades relacionadas con los Reyes Magos.

Organizaron juegos divertidos durante las clases de educación física, hicieron manualidades en clase de arte y hasta escribieron una obra de teatro para representarla en el festival escolar. La energía positiva y la ilusión que transmitían los tres amigos comenzaron a contagiar a todo el colegio.

Los niños se sentían motivados para aprender cosas nuevas y compartir momentos especiales entre ellos. El tiempo voló y pronto llegó la noche de Reyes. Martín, Sofía y Juanito estaban emocionados porque sabían que esa noche recibirían regalos mágicos.

Sin embargo, también sabían que lo más importante era estar juntos y celebrar su amistad. Esa noche especial, mientras abrían sus regalos junto a sus familias, los tres amigos se miraron con una sonrisa llena de gratitud.

Sabían que su verdadero tesoro era la amistad y la alegría que habían compartido durante todo el año escolar. Desde ese día, Martín, Sofía y Juanito siguieron siendo inseparables. Continuaron sorprendiendo a todos con su creatividad y entusiasmo en cada nueva etapa de sus vidas.

Y cada vez que recordaban aquel primer día de clases disfrazados de Reyes Magos, se llenaban de felicidad al saber que juntos podían hacer realidad cualquier sueño.

Dirección del Cuentito copiada!