Los secretos de la noche estrellada


En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, Manuel, un niño curioso y valiente, vivía con su abuela Mercedes. Todas las noches, Manuel miraba por la ventana y escuchaba misteriosos ruidos que venían del bosque cercano. Un día, decidido a descubrir el origen de esos sonidos, se adentró en el bosque con su linterna en mano.

- Abuela, esta noche volveré al bosque para descubrir de dónde vienen los ruidos misteriosos. No te preocupes, estaré bien. - dijo Manuel con determinación.

La abuela, preocupada pero orgullosa del valor de su nieto, le dio su bendición y le recordó que siempre debía mantenerse seguro. Manuel se internó en el bosque oscuro, con el corazón latiéndole fuertemente en el pecho.

Mientras caminaba entre los árboles, escuchó pasos detrás de él. Se dio la vuelta y se encontró con un pequeño búho.

- ¿Qué haces aquí, joven intrépido? - preguntó el búho con voz sabia.

Manuel, sorprendido, le contó al búho sobre los misteriosos ruidos que había estado escuchando todas las noches.

- Esa es la canción de los grillos y el susurro del viento entre las hojas. Son los sonidos de la noche, cada uno con su propia historia que contar. - explicó el búho.

Con el corazón y la mente tranquilos, Manuel regresó a casa y compartió su experiencia con su abuela. A partir de esa noche, Manuel dejó de temer a los ruidos de la noche, aprendiendo a apreciar la belleza y la magia que encerraban.

Y así, Manuel descubrió que incluso lo desconocido puede ser maravilloso si lo miramos con valentía y curiosidad.

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