Los siete amigos solidarios
En un colegio de Buenos Aires, siete amigos inseparables compartían risas, juegos y el desafío de aprender juntos. Sin embargo, un día, la enfermedad tocó a la puerta de uno de ellos.
Santiago, el más alegre y entusiasta del grupo, cayó enfermo y tuvo que ausentarse de las clases. Sus amigos, preocupados, se reunieron en el patio del colegio para hablar sobre cómo podrían ayudar a Santiago.
"No sabemos qué hacer para que no se retrase en las clases," mencionó Martina con preocupación. "Podríamos tomarle apuntes y mandárselos," sugirió Juan. "¡Buena idea! Y también podríamos hacer videollamadas para explicarle lo que no entienda," agregó Valentina.
Entonces, los amigos se organizaron y cada uno tomó la responsabilidad de ayudar en una materia específica. Lucas se encargó de matemáticas, Sofía de lengua, Mateo de ciencias y Camila de historia. Juntos prometieron que no permitirían que Santiago se atrasara en sus estudios.
Cada tarde, después de clases, se reunían en la casa de Santiago, donde le llevaban los apuntes, le explicaban las lecciones y lo animaban con historias y chistes.
A medida que pasaban los días, Santiago se sentía mejor, no solo por el tratamiento médico, sino por el amor y apoyo incondicional de sus amigos. Poco a poco, se fue sumando a las clases virtuales, gracias a la ayuda de sus amigos. Finalmente, el día que Santiago regresó al colegio, fue recibido con una fiesta sorpresa.
Todos estaban emocionados y felices de verlo recuperado. Santiago les agradeció con lágrimas en los ojos por el increíble apoyo que le habían brindado.
Desde ese día, los siete amigos entendieron que el verdadero valor de la amistad radica en el apoyo mutuo en los momentos difíciles. Juntos demostraron que no hay obstáculo que no puedan superar si están unidos y dispuestos a ayudarse. Su amistad se fortaleció aún más, y juntos enfrentaron nuevos desafíos, sabiendo que siempre podrían contar los unos con los otros.
FIN.