Los sueños de Olivia
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una abuela llamada Claudia y su nieta Olivia. Abuela Claudia era conocida por ser muy sabia y siempre tener las respuestas a todas las preguntas de Olivia.
Un día, mientras paseaban por el parque del pueblo, Olivia le preguntó a su abuela: "Abuela Claudia, ¿cómo hago para cumplir mis sueños?".
La abuela sonrió y le respondió: "Querida Olivia, para cumplir tus sueños debes creer en ti misma y nunca rendirte. Además, debes trabajar duro y nunca dejar de aprender". Olivia asintió con la cabeza, pero en su mente aún tenía dudas de si podría lograrlo.
De repente, vieron a lo lejos un globo aerostático que parecía estar en problemas. La abuela Claudia rápidamente tomó la mano de Olivia y corrieron hacia donde estaba el globo. Al llegar, vieron que el capitán del globo les pedía ayuda para inflarlo correctamente.
Abuela Claudia se acercó y le dijo: "Tranquilo amigo, te ayudaremos a levantar este globo". Juntos trabajaron en equipo inflando el globo hasta que finalmente lograron elevarlo. El capitán del globo les ofreció darles un paseo como muestra de agradecimiento.
Olivia estaba emocionada, pero también nerviosa ya que nunca había volado en un globo aerostático. La abuela Claudia notó sus dudas y le dijo: "-No tengas miedo querida, recuerda lo que te dije antes.
Confía en ti misma y nunca te rindas". Olivia respiró hondo y decidió subir al globo con su abuela. Mientras sobrevolaban Villa Esperanza, Olivia se maravillaba con la vista desde arriba y se sentía libre como un pájaro.
En ese momento entendió lo que su abuela quería decirle sobre creer en sí misma. Al regresar al parque, el capitán del globo les dio las gracias nuevamente por su ayuda y les regaló dos pequeños globos aerostáticos como recuerdo de ese día tan especial.
Abuela Claudia miró a Olivia con ternura y le dijo: "-Ves querida, cuando trabajamos juntos y confiamos en nosotros mismos, podemos alcanzar cualquier sueño".
Desde ese día, Olivia recordaba la valiosa lección aprendida junto a su abuela cada vez que veía los globos aerostáticos en el cielo de Villa Esperanza.
Y aunque sabía que cumplir sus sueños requeriría esfuerzo y dedicación, también sabía que contaba con el apoyo incondicional de Abuela Claudia para guiarla en cada paso del camino hacia sus metas más anheladas.
FIN.