Los Super Hermanos
Joaquín y Juani eran dos hermanos muy especiales. Siempre que se ponían sus disfraces de super héroes, se convertían en los protectores de su barrio, luchando contra el mal y defendiendo a los más débiles.
Un día, mientras volaban por los cielos en busca de aventuras, escucharon un grito desesperado. Era la señora Rosa, la vecina del frente. Corrieron hacia su casa y encontraron a la pobre mujer llorando junto a su jardín destrozado.
- ¿Qué ha pasado aquí? - preguntó Joaquín. - Un grupo de chicos vino y arrasó con todo - respondió la señora Rosa entre sollozos.
Los hermanos super héroes rápidamente comenzaron a investigar y descubrieron que los culpables eran unos niños aburridos que no tenían nada mejor que hacer. Pero en lugar de castigarlos o pelearse con ellos, decidieron enseñarles una lección diferente.
- Chicos, sabemos que están aburridos pero eso no les da derecho a lastimar a otros - dijo Juani con seriedad -. ¿Por qué no nos ayudan a cuidar el jardín de la señora Rosa? Podrán jugar al aire libre y sentirse útiles al mismo tiempo.
Los niños aceptaron encantados y pasaron toda la tarde trabajando juntos para dejar el jardín más bonito que nunca. Al final del día, estaban agotados pero felices por haber hecho algo bueno por alguien más.
Mientras caminaban hacia su casa, Joaquín le preguntó a su hermano:- ¿Crees que hicimos lo correcto al no pelear con esos niños? - Absolutamente - respondió Juani -. A veces, la mejor manera de enseñar es dando el ejemplo. Cuando llegaron a casa, se quitaron sus disfraces y se prepararon para dormir.
Antes de cerrar los ojos, recordaron algo muy importante: lavarse bien los dientes y hacer pis antes de irse a dormir. - Buenas noches, hermano - dijo Joaquín mientras se acurrucaba bajo las sábanas. - Buenas noches, Joaquín - respondió Juani -.
Gracias por ser mi compañero en esta aventura. Los dos hermanos sonrieron mientras se quedaban dormidos, sabiendo que habían hecho una buena acción ese día.
Y prometieron seguir siendo super héroes en su barrio pero también buenos ciudadanos en su vida cotidiana.
FIN.