Los Superhéroes de la Salud Mental



Era un día soleado en la escuela Primaria Arcoíris, y todos los niños se preparaban para la gran feria de ciencias. Los alumnos estaban emocionados por mostrar sus proyectos, pero entre ellos había una inquietud que no sabían cómo expresar.

Martín, un niño de diez años muy creativo, estaba trabajando en un proyecto sobre la importancia de ser feliz. Sin embargo, no se sentía completamente bien. Sus pensamientos eran como un torbellino, siempre llenos de dudas. Por otro lado, su amiga Valentina, una niña dulce y amable, se había notado algo triste. Ella, tan acostumbrada a sonreír, ahora parecía apagada.

Un día antes de la feria, Martín reunió a su grupo de amigos en el patio de la escuela.

"Chicos, creo que todos estamos un poco raros últimamente. No sé, siento que debería preguntarles cómo se sienten" – dijo.

"A mí me pasa lo mismo. Me siento presionada a que mi proyecto sea perfecto, y eso me hace sentir mal" - confesó Valentina.

"Eso nos pasa a todos a veces. Mi proyecto es sobre ser felices, pero yo no me siento feliz. Lo que siento es confuso" - agregó Martín, bajando la mirada.

Los demás niños comenzaron a abrirse también. Emilia contaba que se sentía abrumada por los deberes, y Lucas reveló que desde que su familia había cambiado, había estado un poco perdido. Finalmente, Tomás, que siempre era el chistoso del grupo, se rascó la cabeza y dijo:

"A veces me siento como si estuviera en un monstruo, tratando de hacerlos reír, pero por dentro me siento vacío".

Luego de esas confesiones, el grupo decidió que lo más importante antes de la feria era cuidar cómo se sentían ellos mismos y ayudarse unos a otros. Entonces, Martín tuvo una idea brillante.

"¿Y si creamos un club? Podríamos llamarlo 'Los Superhéroes de la Salud Mental'. Ahí podríamos hablar y apoyarnos".

Todos asintieron emocionados y comenzaron a planear su primer encuentro. Decidieron que cada uno podría compartir algo que lo hacía sentir feliz, y así lo hicieron. El día de la feria, llevaron carteles que decían: 'A veces, ser un superhéroe significa cuidar de uno mismo'.

La niña de la limpieza, Clara, al ver el cartel, se acercó curiosa.

"¿Qué significa esto?" - preguntó.

"Significa que todos tenemos que cuidar nuestra mente, igual que cuidamos nuestro cuerpo", explicó Martín.

Clara sonrió y compartió su propia historia de cómo había aprendido a respirar hondo cuando estaba estresada. Sus palabras resonaron en cada niño, descubriendo que no estaban solos y que podían apoyarse mutuamente.

El día continuó, y aunque el proyecto de Martín no ganó el primer premio, eso no les importó. Todos se sintieron como verdaderos campeones al saber que tenían un lugar donde expresarse y ser escuchados.

Cuando la tarde terminó, Valentina se acercó a Martín.

"Gracias por abrir el club, Martín. A veces, me siento como si tuviera una tormenta dentro, pero ahí me sentí libre".

"Vamos a seguir encontrándonos. Siempre seremos superhéroes, ayudándonos a sentirnos bien" - respondió Martín con una sonrisa.

Desde ese día, los niños de la Primaria Arcoíris no solo se convirtieron en científicos en la feria, sino también en defensores de la salud mental. Aprendieron que hablar sobre sus sentimientos era tan importante como cualquier proyecto escolar, y que, juntos, podían enfrentarse a cualquier monstruo que apareciera en su camino.

FIN.

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