Los superhéroes unidos
Había una vez tres hermanos que eran superhéroes. Sus nombres eran Máximo, Caro y Beni. Máximo tenía un poder muy especial, podía atacar a los malos con sus gases.
Caro, por otro lado, tenía un poder aún más impresionante: podía gritar tan fuerte que el malvado Malamen y sus secuaces no resistían ante sus gritos y explotaban. Y luego estaba Beni, quien siempre estaba haciendo lío y no ayudaba en nada.
Un día, los hermanos estaban caminando por la ciudad cuando de repente escucharon una explosión. Corrieron hacia el lugar del ruido y vieron al malvado Malamen robando un banco. "¡Tenemos que detenerlo!"- dijo Máximo mientras se preparaba para atacar con sus gases.
"¡Espera! ¡Deja que yo lo haga primero!"- exclamó Caro mientras se paraba frente a ellos. Caro tomó una gran bocanada de aire y soltó un grito tan fuerte que hizo temblar las ventanas cercanas.
El Malamen intentó taparse los oídos pero fue inútil; su cuerpo empezó a temblar hasta finalmente explotar en mil pedazos. Los hermanos celebraron su victoria pero pronto se dieron cuenta de que algo andaba mal: Beni había desaparecido. "¿Dónde está Beni?"- preguntó Máximo preocupado.
"Seguro anda haciendo alguna travesura"- respondió Caro con una sonrisa irónica en su rostro. Pero esta vez no era así. Resulta que el malvado Malamen tenía un plan secreto para vengarse de los hermanos.
Había secuestrado a Beni y lo había escondido en una cueva en las afueras de la ciudad. Los hermanos no podían permitir que su hermano menor estuviera en peligro. Así que rápidamente se pusieron manos a la obra para rescatarlo.
Cuando llegaron a la cueva, encontraron al Malamen esperándolos con sus secuaces dispuestos a luchar. Máximo atacó con sus gases mientras Caro gritaba tan fuerte como podía, pero parecía que esta vez no sería suficiente.
"¡Tenemos que trabajar juntos!"- dijo Caro mientras le daba una patada voladora a uno de los secuaces del Malamen.
Máximo entendió el mensaje y juntos crearon una combinación letal: Máximo lanzó sus gases mientras Caro gritaba tan fuerte que el aire se movió violentamente formando un tornado. Los malvados secuaces del Malamen fueron arrastrados por el viento hasta caer al suelo inconscientes. Finalmente, los hermanos encontraron a Beni sano y salvo en una celda detrás de ellos. Lo liberaron y regresaron victoriosos a casa.
Lo importante no era solo salvar al mundo sino también saber trabajar en equipo y confiar en los poderes de cada uno. Así fue como estos tres hermanos aprendieron la importancia de trabajar juntos para lograr grandes cosas.
FIN.