Los tesoros de Titi



En un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía Titi, una bebé risueña y curiosa que acababa de dar sus primeros pasos. Sus ojitos brillaban de emoción al descubrir el mundo que se abría ante ella.

Un día, mientras exploraba el jardín de su casa, Titi encontró un brillante colgante colgando de un árbol. Sin pensarlo dos veces, lo agarró con sus manitas y lo sostuvo con asombro.

-“¡Mira lo que encontré, mamá! ”, dijo Titi, enseñándole a su mamá el hermoso tesoro que había descubierto. Su mamá la abrazó con cariño y le explicó que ese colgante había pertenecido a su abuela, y que ahora sería el tesoro de Titi.

A partir de ese momento, Titi se convirtió en una buscadora de tesoros. Exploraba cada rincón de su casa y del jardín, descubriendo tesoros como caracoles brillantes, hojas de colores y juguetes olvidados.

Con cada nuevo hallazgo, Titi aprendía algo nuevo: a apreciar las cosas sencillas, a cuidar su entorno y a compartir con los demás. Pronto, Titi se convirtió en la alegría de la casa, contagiando a todos con su entusiasmo y su amor por los tesoros que encontraba.

Y así, entre risas y juegos, Titi descubrió el tesoro más grande de todos: el amor y la alegría de vivir.

FIN.

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