Los tesoros del corazón


Había una vez una niña llamada Deby que vivía en un pequeño pueblo junto a su papá. Ellos eran muy unidos y pasaban mucho tiempo juntos, jugando, riendo y compartiendo aventuras.

Pero un día, el papá de Deby tuvo que irse de viaje por trabajo y eso hizo que la niña se sintiera triste y extrañara mucho a su papá.

Al principio, Deby intentó distraerse con sus amigos y actividades diarias, pero no importaba lo que hiciera, siempre sentía ese vacío en su corazón. Un día, mientras paseaba por el parque con su mejor amiga Lola, le confesó lo mucho que extrañaba a su papá. "Lola, estoy tan triste desde que mi papá se fue de viaje.

Lo extraño tanto", dijo Deby con lágrimas en los ojos. Lola abrazó a Deby y le dijo: "Lo entiendo perfectamente. Extrañar a alguien especial es normal cuando están lejos.

Pero recuerda que tu papá te ama mucho y siempre está contigo en el corazón". Deby asintió con la cabeza pero aún así seguía sintiéndose triste. Decidió visitar al señor Anciano del pueblo para pedirle consejo sobre cómo superar la ausencia de su padre.

El señor Anciano era conocido por ser sabio y comprensivo, así que escuchó atentamente a Deby mientras ella explicaba cómo se sentía. "Querida Deby", comenzó el señor Anciano con voz tranquila-.

"Extrañar a alguien es natural cuando están lejos, pero también es una oportunidad para aprender cosas nuevas sobre nosotros mismos". Deby frunció el ceño, sin entender del todo lo que el señor Anciano quería decir.

"Cuando extrañas a alguien, es importante recordar todas las cosas maravillosas que compartieron juntos", continuó el señor Anciano. "Piensa en los momentos felices que pasaron y cómo te hicieron sentir".

Deby cerró los ojos e imaginó todos esos momentos especiales con su papá: cuando construyeron un fuerte de mantas en la sala de estar, cuando fueron a pescar juntos al lago cercano y cuando se quedaron despiertos hasta tarde viendo películas. Poco a poco, una sonrisa comenzó a formarse en el rostro de Deby.

Recordar esos momentos le hizo darse cuenta de cuánto amor y alegría tenía en su vida gracias a su papá. "Tienes razón, señor Anciano", dijo Deby emocionada-. "Mi papá siempre estará conmigo en mi corazón y puedo seguir disfrutando de todos los recuerdos hermosos que tenemos juntos".

El señor Anciano asintió y le dio un abrazo cariñoso a Deby. Le recordó que siempre habría días difíciles, pero también habría muchos otros llenos de alegría y nuevas experiencias por descubrir.

A medida que pasaban los días, Deby seguía extrañando mucho a su papá, pero ahora sabía cómo enfrentarlo. En lugar de enfocarse únicamente en la tristeza, buscaba formas creativas para mantener viva la conexión con su padre.

Escribía cartas contándole sobre sus aventuras diarias y las enviaba por correo. También creaba dibujos y los colgaba en su pared para recordarle a su papá lo mucho que lo amaba.

Con el tiempo, Deby se dio cuenta de que la distancia no era un obstáculo para mantener una relación especial con su padre. Aprendió a valorar cada momento juntos y a disfrutar de las nuevas experiencias que la vida le ofrecía.

Y así, Deby descubrió que aunque extrañar a alguien puede ser difícil, también es una oportunidad para crecer, aprender y fortalecer los lazos familiares. Y eso fue exactamente lo que hizo con su papá cuando regresó de su viaje: construir nuevos recuerdos aún más especiales juntos.

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