Los tres amigos sinceros



Pepito era un niño muy travieso y divertido que siempre estaba rodeado de amigos. Tenía una novia llamada Pepita, a quien quería mucho, pero también tenía una mejor amiga llamada Pepota, con la que compartía muchas travesuras.

Un día, mientras jugaban en el parque, Pepito y Pepota se metieron en problemas. Se subieron a un árbol muy alto y no podían bajar. Estaban asustados y no sabían qué hacer.

- ¡Pepito, esto nos pasa por andar haciendo tonterías! -exclamó Pepota preocupada. - Lo siento, Pepota. No pensé que sería tan difícil bajar -respondió Pepito arrepentido. Mientras tanto, Pepita los buscaba por todos lados sin éxito. Hasta que escuchó sus voces provenientes del árbol.

- ¡Pepito! ¿Qué están haciendo ahí arriba? -preguntó sorprendida Pepita. - Lo siento mucho, Pepita. Nos metimos en problemas -contestó Pepito avergonzado. Pepita les indicó cómo bajar con seguridad y los ayudó a regresar al suelo sano y salvo.

Estaba preocupada por ellos, pero al mismo tiempo se sentía traicionada por la actitud de su novio y su mejor amiga. Al llegar a casa de Pepito, los tres se sentaron a hablar sobre lo sucedido.

- Chicos, entiendo que les gusta divertirse juntos, pero no está bien mentir o esconder cosas importantes como esta situación peligrosa en la que se metieron hoy -les dijo seriamente Pepita. - Tienes razón, Pepita.

Fue una tontería de nuestra parte y te pedimos disculpas -se disculparon al unísono Pepito y Pepota. A partir de ese día, los tres amigos aprendieron la importancia de la sinceridad, la lealtad y el respeto en una amistad.

Decidieron dejar las travesuras peligrosas atrás y enfocarse en actividades más seguras y constructivas para fortalecer su relación como amigos.

Desde entonces, Peptio valoraba aún más a sus dos grandes amigas: a su novia querida e inteligente, Pepita; y a su leal compañera de travesuras convertida en mejor amiga inseparable: ¡Pepota! Y colorín colorado, este cuento ha terminado. Espero hayan aprendidoque la verdad siempre es lo más querido. Que las travesuras pueden ser divertidas, pero con precaución son bienvenidas.

La sinceridad es clave en toda amistad, para vivir felices ¡sin ninguna adversidad!

FIN.

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