Los tres amigos valientes


Había una vez tres mejores amigos llamados Juanito, Lucía y Martín. Siempre estaban juntos, jugando y riendo en el pueblo donde vivían. Un día decidieron aventurarse al bosque para explorar y descubrir cosas nuevas.

Mientras caminaban por el bosque, de repente escucharon un aullido aterrador. Los tres amigos se detuvieron y miraron hacia todos lados buscando de dónde provenía ese sonido tan espeluznante.

Fue entonces cuando vieron algo que les heló la sangre: ¡un lobo malvado muy malvado se acercaba! Los tres amigos se asustaron mucho y comenzaron a correr para escapar del lobo. Mientras corrían, Juanito tropezó con una raíz y cayó al suelo.

El lobo estaba cada vez más cerca, pero Lucía y Martín no lo dejaron atrás. Se acercaron rápidamente a ayudar a su amigo. Lucía tomó la mano de Juanito mientras Martín levantaba algunas ramas del suelo para armar una barricada entre ellos y el lobo.

Afortunadamente, lograron ponerse a salvo detrás de esa improvisada protección. El lobo intentaba pasar por las ramas, pero no pudo hacerlo debido a las astillas que le lastimaban las patas.

Mientras tanto, los tres amigos aprovecharon ese momento para pensar en cómo podrían escapar de allí sin ser atacados por el feroz animal. Después de un rato pensando juntos, tuvieron una idea brillante: recordaron que habían visto un río cercano durante su caminata por el bosque.

Sabían que si podían llegar al río, podrían cruzarlo y alejarse del lobo. Con mucho cuidado, los tres amigos salieron de detrás de la barricada. El lobo seguía intentando pasar por las ramas, pero no lograba hacerlo.

Juanito, Lucía y Martín corrieron tan rápido como pudieron hacia el río. Cuando finalmente llegaron al río, se dieron cuenta de que era muy ancho y profundo. No sabían cómo cruzarlo sin mojarse o caerse al agua.

Pero no se rindieron y buscaron una solución juntos. Martín encontró un tronco largo y lo arrastró hasta la orilla del río. Los tres amigos pusieron el tronco sobre el agua para usarlo como puente improvisado.

Con mucho cuidado caminaron uno a uno sobre el tronco hasta llegar al otro lado. El lobo malvado estaba furioso porque no pudo alcanzarlos en su persecución. Aullaba desde lejos mientras ellos celebraban su victoria del otro lado del río.

Juanito, Lucía y Martín aprendieron muchas cosas durante esa aventura en el bosque: la importancia de trabajar juntos como equipo, nunca rendirse frente a los obstáculos y encontrar soluciones creativas para superar los miedos. Desde ese día, los tres amigos se volvieron aún más inseparables.

Siempre recordaban cómo enfrentaron al lobo malvado juntos y eso les daba fuerzas para enfrentar cualquier desafío que se les presentara en el futuro.

Y así fue cómo Juanito, Lucía y Martín demostraron que la amistad verdadera puede superar incluso al más feroz de los lobos. Juntos, aprendieron a no temerle a los desafíos y siempre buscaron la manera de vencerlos.

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