Los tres burritos valientes


Había una vez, en un hermoso campo de la Pampa Argentina, tres burritos: Burrito, una burrita y un burrito argentinos. Estaban muy emocionados porque estaban esperando a su hijo Burrito, que pronto nacería.

Mientras esperaban, los tres burritos disfrutaban de las aventuras en el campo. Recorrían las pasturas donde comían pasto fresco y jugaban entre ellos. Un día comieron tanto que no podían saltar el cerco para llegar a la siguiente pastura.

Se quedaron ahí tirados bajo el sol y se dieron cuenta de que habían exagerado con la comida. Burrita dijo preocupada: "¿Qué haremos ahora? No podemos pasar al otro lado". Burrito argentino respondió: "Tranquila amiga, si nos organizamos podemos superar cualquier obstáculo".

Entonces decidieron trabajar juntos para poder saltar el cerco. Primero intentaron saltarlo juntos pero no pudieron hacerlo. Luego intentaron correr y saltarlo pero tampoco lo lograron. Fue entonces cuando Burrito tuvo una idea brillante.

"¡Ya sé!", exclamó Burrito emocionado "Podemos usar nuestras habilidades especiales para ayudarnos mutuamente". Y así fue como cada uno utilizó sus habilidades únicas para crear un plan infalible.

Burro argentino tenía patas fuertes y ágiles por lo que decidió ser el primero en intentar saltar el cerco. Con su fuerza logró subir hasta la mitad del cerco pero no pudo continuar porque estaba cansado.

En ese momento, Burrita usó sus habilidades femeninas para persuadir a uno de los caballos del prado vecino para que los ayudara. El caballo se acercó al cerco y con un fuerte salto logró subir hasta la mitad del cerco donde Burrito argentino se encontraba atrapado.

Con su ayuda, Burro argentino pudo saltar el resto del cerco. Finalmente, fue el turno de Burrito quien usó sus habilidades de equilibrio para cruzar el otro lado del cerco sin problemas. Los tres burritos estaban felices y orgullosos de haber trabajado juntos para superar este obstáculo.

A partir de ese día, los burritos aprendieron que trabajando en equipo y utilizando sus habilidades únicas podían superar cualquier obstáculo en su camino.

Y así esperaron juntos a su hijo Burrito, rodeados por las mejores pasturas y aventuras que la Pampa Argentina les ofrecía.

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