Los tres cerditos y el lobo ingenioso
¡Los tres chanchitos rosados vivían muy felices en la ciudad! El menor, el del medio y el mayor tenían sus casas hechas con mucho esfuerzo: una de paja, otra de madera y la última de ladrillo.
Cada uno había construido su hogar pensando en tener un lugar seguro y confortable donde pasar sus días. Un día soleado, mientras los chanchitos jugaban en el parque, vieron venir al malvado lobo.
Era fácil reconocerlo por su cresta roja en la cabeza y su atuendo de rockero que lo hacía destacar entre todos. Tenía ojos grandes que miraban con malicia a los indefensos chanchitos.
El lobo se acercó lentamente a los tres hermanos y les dijo con voz grave: "Pequeños chanchitos, vengo a proponerles un juego. Si logran superar mis desafíos, les prometo no hacerles daño. "El menor temblaba de miedo, el del medio estaba preocupado y el mayor trataba de mantener la calma para proteger a sus hermanos.
Decidieron aceptar el desafío del lobo y escucharon atentamente las reglas del juego. "Primer desafío", dijo el lobo con una sonrisa siniestra.
"Deberán correr hasta la colina más alta y traerme una flor silvestre como prueba de que han llegado. "Los tres chanchitos comenzaron a correr tan rápido como pudieron hacia la colina. El menor era ágil pero se cansaba rápido, el del medio mantenía un ritmo constante y el mayor los alentaba sin descanso.
Al llegar a la cima, encontraron la flor silvestre más hermosa que jamás habían visto. La tomaron con cuidado y regresaron junto al lobo para entregarla como prueba de haber completado el primer desafío.
"Segundo desafío", anunció el lobo mientras observaba detenidamente a los chanchitos. "Deberán resolver un acertijo antes de que caiga la noche o perderán". El acertijo era complicado pero los tres hermanos trabajaron juntos para encontrar la respuesta correcta antes de que anocheciera.
El menor tenía ideas creativas, el del medio analizaba cada detalle y el mayor tomaba decisiones sabias para guiar al grupo. Finalmente, resolvieron el acertijo justo a tiempo y se presentaron ante el lobo con orgullo por haber superado otro desafío.
"Último desafío", dijo el lobo con voz sombría. "Deberán demostrar su valentía enfrentándome cara a cara en un duelo musical. "Los chanchitos intercambiaron miradas nerviosas pero recordaron lo importante que era trabajar juntos para superar cualquier obstáculo.
Se organizaron rápidamente: uno tocaba la guitarra, otro cantaba y el tercero bailaba al ritmo de la música. El duelo musical fue épico; los chanchitos mostraron todo su talento e ingenio para deleitar al malvado lobo con su actuación sorprendente.
Al finalizar, el lobo aplaudió emocionado por tan maravillosa presentación e inesperadamente soltó una risa amigable. "¡Ustedes han ganado mi respeto!", exclamó el lobo cambiando completamente su actitud amenazante. "Nunca imaginé encontrar tanta valentía y creatividad en unos pequeños chanchitos rosados.
"Desde ese día, los cuatro amigos compartieron muchas aventuras juntos; aprendieron que trabajando en equipo podían superar cualquier obstáculo por difícil que pareciera.
Y así concluye esta historia inspiradora donde queda demostrada una vez más que nunca hay que subestimar a nadie por su apariencia o tamaño ¡porque siempre podemos sorprendernos mutuamente!
FIN.