Los tres cerditos y el lobo resiliente


Había una vez tres cerditos chapines que vivían en las tierras altas de Guatemala. Estos cerditos se llamaban Chanchito, Porquito y Cochinito.

Un día, su madre les dijo que era hora de construir sus propias casitas para estar seguros de los peligros que acechaban en la selva. Chanchito decidió construir su casa con cañas de bambú, porque era rápido y fácil.

Porquito optó por hacerla con madera de pino, un poco más resistente pero no tan robusta como la casa de ladrillos que planeaba hacer Cochinito. Una tarde, mientras Chanchito terminaba su casita de cañas, apareció el lobo feroz.

"¡Soplaré y soplaré y tu casa derribaré!", rugió el lobo antes de hacer volar la débil estructura de cañas en pedazos. Chanchito corrió a refugiarse en la casa de Porquito, quien lo recibió con los brazos abiertos. Juntos reforzaron la casa con algunas tablas extras y esperaron nerviosos la llegada del lobo.

"¡Soplaré y soplaré y sus casas derribaré!", amenazó el lobo al llegar frente a la casa de madera. Pero por más fuerte que soplaba, no lograba derrumbarla por completo. Frustrado, decidió ir tras Cochinito.

Cochinito había pasado mucho tiempo construyendo su casa de ladrillos bien hecha y resistente. Cuando el lobo llegó e intentó soplarla, se dio cuenta de que sería una tarea difícil e inútil.

"¡No podrás derribar mi casa tan fácilmente!", exclamó Cochinito desde adentro, seguro y protegido. El lobo intentó entrar por la chimenea sin éxito, luego trató de escalar las paredes sin resultado alguno. Finalmente, cansado y hambriento, decidió irse sin lograr su objetivo.

Los tres cerditos aprendieron una valiosa lección: trabajar duro y tomar decisiones inteligentes puede salvarlos ante cualquier adversidad. Desde entonces vivieron juntos en paz y armonía en sus seguras casitas chapinas.

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