Los Tres Cerditos y el Valor del Respeto

Había una vez tres cerditos que vivían juntos en un bello bosque. Cada uno de ellos construyó su propia casa: uno hizo la suya de paja, otro de madera y el tercero de ladrillos.

Los tres cerditos se llevaban muy bien, pero a veces olvidaban la importancia del respeto. Un día, el lobo feroz apareció en el bosque y comenzó a soplar y a soplar, derribando las casas de paja y de madera.

Los dos primeros cerditos corrieron asustados y buscaron refugio en la casa de ladrillos de su hermano. "¡Dejenme entrar! ¡El lobo me está persiguiendo!" -gritó el cerdito de la casa de paja. El cerdito de la casa de madera también pedía ayuda.

Pero el cerdito de la casa de ladrillos se lo pensó por un momento. Antes de abrir la puerta, le dijo a sus hermanos: "Yo los dejaré entrar, pero es importante que aprendan a respetar las decisiones y esfuerzos de los demás.

Esto nos ayudará a mantenernos unidos y seguros". Los hermanos aceptaron y prometieron respetar las decisiones y esfuerzos de cada uno. El lobo feroz llegó a la casa de ladrillos y sopló con todas sus fuerzas, pero no pudo derrumbarla.

Los cerditos, unidos y respetándose mutuamente, lograron escapar del lobo y vivieron felices para siempre, recordando siempre el valor del respeto entre ellos y con los demás.