Los tres cerditos y su Supermamá



Había una vez, en un lejano pueblo de Argentina, tres cerditos llamados Panchito, Pancho y Pancito. Vivían felices en sus casitas de paja, madera y ladrillos respectivamente.

Pero había un problema: un lobo malvado rondaba por el bosque y siempre estaba buscando la oportunidad de comerse a los cerditos. Un día, mientras jugaban en el prado cerca del bosque, escucharon un ruido extraño. Era el lobo que se acercaba sigilosamente hacia ellos.

Los cerditos asustados corrieron hacia sus casas para protegerse. El primer cerdito, Panchito, entró rápidamente a su casa de paja y cerró la puerta con llave. El lobo llegó poco después y golpeó la puerta con todas sus fuerzas.

-¡Panchito! ¡Ábreme la puerta o soplaré tu casa! Pero Panchito no se dejó intimidar por el lobo. -¡Ni lo sueñes! ¡No te tengo miedo! El lobo intentó soplar la casa de paja varias veces pero no pudo derribarla.

Frustrado, decidió irse y buscar a los otros dos cerditos. Mientras tanto, Pancho estaba dentro de su casita de madera cuando escuchó al lobo acercarse.

-¡Pancho! ¡Abre esta puerta o soplaré tu casa también! Pancho sabía que tenía que hacer algo rápido para protegerse así que pensó en utilizar su ingenio. Decidió engañar al lobo fingiendo ser amigable. -¡Hola señor Lobo! ¿Quieres entrar a tomar un té? El lobo, sorprendido por la invitación, aceptó y entró en la casa de Pancho.

Pero lo que no sabía el lobo era que Pancho había construido una trampa en el suelo de su casa. Cuando el lobo se acercó al lugar donde estaba la trampa, cayó en ella y quedó atrapado.

-¡Ja! ¡No podrás comerme ahora! -dijo Pancho triunfante. Pero Pancito, el tercer cerdito, aún no estaba a salvo. El lobo seguía libre y buscándolo para devorarlo. Pancito decidió correr a buscar ayuda y fue directo a la guarida secreta de su mamá.

Resulta que su mamá era una cerda con superpoderes llamada Supermamá Cerda. Tenía súper fuerza y podía volar como un cohete. -¡Mamá! ¡Necesitamos tu ayuda! -gritó Pancito desesperado.

Supermamá Cerda escuchó los gritos de su hijo y rápidamente salió volando hacia él. -¿Qué pasa, mi pequeño cerdito? -Panchito está escondido en su casa de paja pero el lobo sigue rondando por aquí. Necesitamos detenerlo antes de que encuentre a Panchito -explicó Pancito preocupado.

Sin perder tiempo, Supermamá Cerda volvió al prado donde estaban las casitas de los cerditos e hizo frente al lobo con sus poderosos puños. -¡Lobo malvado! ¡Deja en paz a mis hijos! El lobo intentó atacarla pero Supermamá Cerda era demasiado fuerte para él.

Lo derrotó en un abrir y cerrar de ojos y lo obligó a huir lejos del pueblo. Los cerditos, al ver la valentía de su mamá, se sintieron seguros y felices. -¡Gracias, mamá! -dijeron los tres cerditos emocionados.

Desde ese día, nunca más volvieron a tener miedo del lobo. Aprendieron que juntos podían enfrentar cualquier peligro y que siempre contarían con el apoyo incondicional de su querida Supermamá Cerda.

Y así vivieron felices para siempre, protegidos por el amor y los superpoderes de su mamá.

FIN.

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