Los tres chanchitos y el lobo perseverante



Había una vez tres traviesos chanchitos, Bartolo, Rufino y Carmela, que vivían en el bosque. Un día, el malvado lobo Felpudo decidió que quería comérselos, así que comenzó a perseguirlos. Bartolo, el chanchito más astuto, decidió construir una casa de paja. Rufino, el chanchito más precavido, construyó una casa de madera. Carmela, el chanchito más trabajador, construyó una casa de ladrillos.

El lobo Felpudo sopló y sopló, y derribó la casa de paja de Bartolo en un abrir y cerrar de ojos. Los chanchitos asustados corrieron a la casa de madera de Rufino, pero el astuto lobo logró destruirla también. Finalmente, los tres hermanos se refugiaron en la sólida casa de ladrillos de Carmela. El lobo Felpudo sopló y sopló con todas sus fuerzas, pero la casa de ladrillos se mantuvo firme como una roca.

Impresionado por la perseverancia de los chanchitos, el lobo Felpudo reflexionó sobre sus acciones malvadas. Se dio cuenta de que no necesitaba hacer daño a otros para saciar su hambre, y decidió dejar de intentar comerse a los chanchitos. En lugar de eso, el lobo Felpudo decidió buscar su propia comida de manera justa y amigable.

Los tres chanchitos aprendieron que, con esfuerzo y perseverancia, podían superar incluso los desafíos más grandes. También aprendieron que no siempre es necesario luchar o ser malo para conseguir lo que se quiere. Desde ese día, los chanchitos y el lobo se convirtieron en amigos, y juntos encontraron formas de vivir en armonía en el bosque.

Y colorín colorado, este cuento ha enseñado que con esfuerzo y bondad, todos podemos alcanzar nuestras metas y vivir en paz.

FIN.

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