Los Tres Deseos de Estiven


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Saber, un niño llamado Estiven. Desde muy pequeño se destacaba por su gran inteligencia y curiosidad.

Siempre estaba leyendo libros, haciendo experimentos y preguntando a los adultos sobre todo lo que le intrigaba. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano al pueblo, Estiven encontró una vieja lámpara de aspecto misterioso. La frotó con entusiasmo y, para su sorpresa, de ella salió un genio brillante y reluciente.

"¡Oh, gracias por liberarme! Como recompensa por tu valentía, te concederé tres deseos", dijo el genio con voz grave pero amigable. Estiven no podía creerlo.

¡Tres deseos! Se quedó pensativo un momento y luego dijo: "Quiero ser aún más inteligente de lo que soy ahora. "El genio asintió y en un destello de luz dorada, Estiven sintió cómo su mente se volvía más aguda y clara que nunca antes.

"¿Cuál es tu segundo deseo?", preguntó el genio expectante. Estiven sonrió con picardía y respondió:"Deseo tener la capacidad de hablar todos los idiomas del mundo.

"Nuevamente, el genio concedió su deseo y Estiven se sintió inundado por una oleada de conocimiento lingüístico que le permitiría comunicarse con cualquier persona en cualquier lugar. "Y bien, ¿cuál será tu último deseo?", inquirió el genio mientras esperaba la respuesta del niño prodigio.

Estiven reflexionó unos instantes hasta que finalmente dijo:"Mi último deseo es poder compartir mi sabiduría con todos los niños del mundo. "El genio sonrió ante tal noble solicitud y extendió sus manos hacia él.

En ese instante, Estiven sintió como si algo cálido fluyera desde su interior hacia afuera, dispersándose en todas direcciones como semillas llevadas por el viento. A partir de ese momento, algo extraordinario comenzó a ocurrir. En cada rincón del planeta Tierra, los niños empezaron a sentir una chispa especial dentro de ellos.

Una sed insaciable de conocimiento los invadía y los impulsaba a explorar el mundo con ojos ávidos e inquietos. En Villa Saber, Estiven se convirtió en un héroe local admirado por todos.

Los niños acudían a él para escuchar sus historias fascinantes sobre culturas lejanas, resolver acertijos complicados o simplemente disfrutar de su compañía llena de alegría e inspiración.

Y así fue como Estiven descubrió que la verdadera magia no reside en poseer dones extraordinarios sino en saber utilizarlos para hacer del mundo un lugar mejor para todos. Y colorín colorado este cuento lleno de sabiduría ha terminado.

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