Los tres deseos de Martin


en una hermosa hada. Martin quedó sorprendido al verla y la hada le sonrió. "Hola, Martin", dijo la hada. "Te agradezco que me hayas liberado de mi forma de mariposa. Como recompensa, te concederé tres deseos".

Martin no podía creer lo que estaba sucediendo, pero decidió aprovechar esta oportunidad única en la vida. "Mi primer deseo es tener un helado ilimitado para siempre", dijo Martin emocionado.

La hada asintió con una sonrisa y de repente apareció un carrito de helados frente a ellos, lleno de los más deliciosos sabores imaginables. Martin se comió tantos helados como pudo y luego pidió su segundo deseo: "Quiero ser el mejor jugador de fútbol del mundo".

La hada asintió nuevamente y le otorgó a Martin habilidades increíbles para jugar al fútbol. Él rápidamente se convirtió en el mejor jugador de su equipo escolar y finalmente fue seleccionado para jugar en el equipo nacional argentino.

Pero pronto Martin se dio cuenta de que algo no estaba bien. A pesar de su éxito en el fútbol, todavía no era feliz por completo. Entonces se dio cuenta que había desperdiciado sus dos primeros deseos en cosas superficiales e inútiles.

Decidió usar su tercer y último deseo sabiamente: "Quiero ayudar a las personas necesitadas", dijo Martin con determinación.

La hada sonrió con orgullo y lo llevó a través del mundo para mostrarle todas las formas en que podía ayudar a los demás: donando comida y ropa, construyendo casas para personas sin hogar, enseñando a los niños a leer y escribir. Martin se sintió muy feliz de poder hacer una diferencia en la vida de las personas.

Finalmente, la hada lo llevó de regreso a casa y desapareció. Martin se dio cuenta que había aprendido una valiosa lección: no importa cuán grande sea el deseo que pidas, siempre es mejor usarlo para ayudar a los demás.

Y así, decidió dedicar su vida a hacer del mundo un lugar mejor para todos.

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