Los tres dinosaurios de color azul
Había una vez tres dinosaurios que eran mejores amigos: Rex, Alex y Sting. Vivían juntos en una cueva, ya que no tenían una casa. Rex era bastante simpático y siempre trataba de alegrar el día de sus amigos.
Alex, por otro lado, solía ser gruñón y algo cascarrabias, pero en el fondo tenía un gran corazón. Sting era el más amoroso del grupo, siempre dispuesto a brindar cariño y apoyo a sus amigos.
Un día, mientras exploraban el bosque prehistórico, se encontraron con una situación inesperada. Un pequeño dinosaurio herbívoro estaba atrapado en un pantano y no podía salir. Sin dudarlo, los tres amigos se unieron para rescatarlo. -¡Vamos, tenemos que ayudarlo! -exclamó Rex emocionado.
-Pero ese pantano parece peligroso, ¿cómo haremos para sacarlo de allí? -dijo Alex preocupado. -Tranquilos, yo tengo una idea- dijo Sting con determinación. Los tres dinosaurios trabajaron juntos, utilizando ramas y piedras para construir un camino seguro que permitiera al pequeño dinosaurio salir del pantano.
Con paciencia y colaboración, lograron su cometido. El pequeño dinosaurio herbívoro, agradecido, les dijo: -¡Muchas gracias por salvarme! Jamás olvidaré lo que han hecho por mí.
Los tres amigos sonrieron satisfechos y regresaron a su cueva con el corazón lleno de alegría. A partir de ese día, su amistad se volvió aún más fuerte, pues descubrieron que trabajando juntos podían lograr grandes cosas.
Aprendieron que, a pesar de sus diferencias, el trabajo en equipo, la solidaridad y la amistad son fundamentales para superar los desafíos que se les presenten. Y así, entre risas y aventuras, los tres dinosaurios de color azul siguieron viviendo y aprendiendo juntos, disfrutando cada día como si fuera una nueva aventura.
FIN.