Los tres hermanos y el bosque mágico



Había una vez tres hermanos chicos llamados Juan, Marcos y Sofía, que vivían en una pequeña casa al borde de un bosque mágico. Un día, decidieron aventurarse más allá de los límites del bosque para explorar un lugar nuevo. Empacaron algunas provisiones y se adentraron en el bosque, maravillados por la exuberante vegetación y los colores brillantes que los rodeaban. Pero pronto se dieron cuenta de que se habían adentrado demasiado y ya no sabían cómo regresar a casa. El sol comenzaba a ponerse y el miedo empezó a apoderarse de ellos.

Juan, el hermano mayor, trató de mantener la calma y recordar lo que su mamá les había enseñado sobre cómo comportarse si se perdían. 'Tranquilos, vamos a encontrar la salida, pero debemos quedarnos juntos', les dijo, intentando sonar más valiente de lo que se sentía. Los tres hermanos se dieron las manos y comenzaron a caminar en busca de una señal que los llevara de vuelta a casa. Conforme avanzaban, se encontraron con desafíos: un río que debían cruzar, un árbol caído que bloqueaba el camino y una cueva oscura que daba un poco de miedo. Sin embargo, se prometieron ayudarse mutuamente y superar juntos cada obstáculo.

'¡Miren allí, una luz!', exclamó Sofía señalando a lo lejos. Corrieron hacia la luz y finalmente encontraron el camino de regreso a casa. Exhaustos pero felices, los tres hermanos se abrazaron con alivio. 'Estoy tan orgulloso de ustedes', dijo Juan, 'aprendimos que mientras estemos juntos, podemos superar cualquier desafío. El trabajo en equipo realmente salva vidas'. Desde ese día, los tres hermanos valoraron más que nunca la importancia de la unión y la colaboración, y nunca se separaron en sus aventuras, sabiendo que juntos eran invencibles.

FIN.

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