Los tres héroes del medio ambiente



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, un grupo de autos que se divertían corriendo por las calles y avenidas. Había un auto rojo llamado Rolo, uno amarillo llamado Tito y otro azul llamado Lalo.

Un día, mientras jugaban cerca del parque, vieron pasar al camión de la basura. Era un vehículo grande y pesado que se encargaba de reagarrar los residuos de la ciudad para llevarlos a un lugar seguro.

- ¡Miren ese camión! -exclamó Rolo-. Siempre está lleno de basura. ¿No les da asco? - Pues a mí no -dijo Tito-. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio.

Lalo pensó por un momento y dijo:- Creo que es importante cuidar nuestro planeta. Y si este camión ayuda a mantenerlo limpio, entonces hay que respetarlo. Los tres autos siguieron su camino sin darle más importancia al tema.

Pero esa noche ocurrió algo inesperado: mientras dormían en el garaje, escucharon ruidos extraños afuera. - ¿Qué será eso? -preguntó Rolo asustado. - No lo sé -respondió Tito-, pero me parece que viene del camión de la basura. Los tres amigos salieron sigilosamente del garaje y se acercaron al camión.

Allí encontraron algo sorprendente: había varios animales atrapados dentro del contenedor de residuos. - ¡Pobrecitos! -exclamó Lalo-. Tenemos que ayudarlos a salir antes de que sea demasiado tarde.

Con mucho esfuerzo, los tres autos lograron abrir las puertas del contenedor y liberar a los animales. Había un gato, un perro y varios pájaros que habían quedado atrapados por accidente. - Muchas gracias por ayudarnos -dijo el perro-. Pensé que nunca saldríamos de allí. - No hay problema -respondió Tito-.

Eso es lo que hacen los amigos: ayudarse mutuamente cuando se necesitan. Los cuatro animales y los tres autos se hicieron amigos inseparables desde ese día.

Y cada vez que pasaban cerca del camión de la basura, recordaban la importancia de cuidar el planeta y respetar a quienes trabajan para mantenerlo limpio. Desde entonces, Rolo, Tito y Lalo aprendieron una gran lección: no juzgar a las cosas o personas sin conocerlas primero.

Y descubrieron que, aunque parezca sucio o feo a simple vista, puede haber algo valioso detrás si se mira con detenimiento y comprensión.

FIN.

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