Los Tres Patitos y el Gran Charco
Érase una vez tres patitos que vivían en una hermosa granja. Un día, decidieron salir a pasear. El primero, llamado Pato Amarillo, dijo:
- ¡Vamos a buscar un charco!
El segundo, que se llamaba Pato Azul, contestó:
- ¡Sí! Pero debemos cuidarnos.
El tercer patito, Pato Verde, añadió:
- ¡Contemos hasta tres antes de cruzar el camino!
Los patitos comenzaron a contar:
- Uno...
- Dos...
- Tres, ¡vamos!
Caminaron juntos y encontraron un charco gigante con agua brillante. Los tres patitos saltaron con alegría.
- ¡Miren! hay un montón de espacio para jugar.
Pato Amarillo saltó primero y dijo:
- ¡Splash! ¡Qué divertido!
Pato Azul lo siguió:
- ¡Splash! ¡Yo también quiero!
Pato Verde, un poco tímido, preguntó:
- ¿Y si nos ensuciamos?
Pato Amarillo sonrió y respondió:
- No importa, ¡seremos patitos felices!
Así, los tres patitos chapotearon y se ensuciaron, pero se reían a carcajadas. De repente, escucharon un ruido extraño. Miraron hacia atrás y vieron a un gran perro que se acercaba. Los patitos se asustaron y Pato Verde gritó:
- ¡Contemos otra vez!
- Uno, dos, tres... ¡Corramos!
Los tres patitos corrieron juntos hacia un arbusto y se escondieron. El perro pasó de largo y los patitos, aliviados, salieron de su escondite y se rieron.
- ¡Hicimos buenas decisiones juntos!
Desde ese día, los tres patitos aprendieron a contar y cuidar de sí mismos al mismo tiempo.
Y así, los tres patitos siguieron viviendo felices en la granja, un día a la vez.
Fin.
FIN.