Los tres peces valientes
Era un día soleado en el océano, y Sol, la mamá pez, estaba radiante de felicidad. Sus tres huevitos habían eclosionado y ahora tenía a Old, Mark y Jessy nadando alegremente a su alrededor.
Los pequeños pecesitos estaban emocionados por descubrir el mundo que los rodeaba. Old era el más curioso de los tres, siempre preguntando sobre todo lo que veía. Mark era el más valiente, siempre dispuesto a explorar nuevos lugares.
Y Jessy era la más amable, cuidando de sus hermanos con cariño. Al día siguiente de su nacimiento, los tres hermanitos decidieron aventurarse un poco más lejos de su hogar en busca de nuevas experiencias.
Mientras nadaban entre las algas y los corales coloridos, escucharon un ruido extraño que venía del fondo del mar. "¿Qué será eso?" preguntó Old con asombro. "No lo sé, pero me da miedo", admitió Jessy con sinceridad.
"Tranquilos hermanitos, juntos podemos enfrentar cualquier desafío", dijo Mark con determinación. Decidieron seguir el ruido hasta encontrar una tortuga atrapada entre unas redes abandonadas por pescadores irresponsables. La pobre tortuga luchaba por liberarse mientras se agotaba lentamente. "¡Auxilio! ¡Ayúdenme por favor!" suplicó la tortuga.
"No te preocupes, te sacaremos de ahí", afirmó Mark con valentía. Con trabajo en equipo y esfuerzo lograron cortar las redes y liberar a la tortuga.
Ella les agradeció emocionada y les contó sobre la importancia de cuidar el océano para evitar accidentes como ese. Los tres hermanitos aprendieron una gran lección aquel día: que trabajar juntos no solo los hacía más fuertes sino que también podían ayudar a otros seres vivos en apuros.
Regresaron a casa felices y satisfechos por haber hecho algo bueno.
Desde entonces, Old siguió siendo curioso pero aprendió a ser prudente en sus exploraciones; Mark mantuvo su valentía pero ahora también valoraba la seguridad; y Jessy continuó siendo amable pero recordando que cuidar del prójimo es fundamental en la vida marina.
Y así, entre risas y travesuras diarias, los tres hermanitos vivieron muchas aventuras más junto a su querida mamá Sol, convirtiéndose en ejemplos para todos los habitantes del océano sobre cómo la unión y el cuidado pueden hacer del mundo submarino un lugar mejor para todos.
FIN.