Los tres pollitos aventureros



Érase una vez, en el tranquilo campo, tres pequeños pollitos que vivían en un hermoso gallinero. Los tres pollitos se llamaban Pío, Pío y Pío. Eran muy curiosos y les encantaba explorar.

Un día, mientras su mamá gallina estaba buscando alimento, los tres pollitos decidieron salir del gallinero para descubrir el mundo. - Mamá, vamos a dar un paseo, ¿podemos? - preguntó Pío. - Sí, sí, sí, por favor, mamá, déjanos ir - dijeron Pío y Pío.

La mamá gallina, preocupada, les advirtió: - Está bien, pero manténganse juntos y no se alejen demasiado. Los tres pollitos asintieron con entusiasmo y salieron al mundo. Empezaron a caminar por el campo, jugando y disfrutando del sol. De repente, escucharon un ruido.

Era un zorro que se acercaba. Los tres pollitos, asustados, se paralizaron. - No te asustes, hermanitos. Vamos a escondernos en ese arbusto - dijo Pío. Se salvaron, pero Pío recordó las palabras de su mamá.

- Tenemos que ser más cuidadosos y escuchar a mamá. Ella siempre sabe lo que es mejor para nosotros. Los tres pollitos regresaron al gallinero, donde su mamá los abrazó con alivio.

A partir de ese día, los tres pollitos aprendieron a ser más prudentes y a obedecer a su mamá. Descubrieron que, aunque la aventura es emocionante, la seguridad y el cuidado de la familia son lo más importante.

Y así, los tres pollitos vivieron felices, siempre juntos y bajo la protección de su amorosa mamá gallina. La moraleja de esta historia es que debemos escuchar a quienes nos cuidan, ya que siempre buscan lo mejor para nosotros.

FIN.

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