Los tres recogedores de madroños



Había una vez en la hermosa provincia de Tucumán, tres amigos llamados Martín, Juan y Ana, quienes vivían en un pequeño pueblo rodeado de montañas y árboles de madroño.

Los tres amigos tenían algo en común: les encantaba recoger frutas de madroños juntos. Cada año, esperaban con ansias la temporada de madroños para salir a recolectar las deliciosas frutas. Un día, decidieron hacer una competencia para ver quién recogía la mayor cantidad de madroños.

"¡Vamos a ver quién es el mejor recogedor de madroños!" exclamó Martín con entusiasmo. "¡Sí, y el ganador obtendrá el título de 'Maestro Madroñero'!" agregó Juan emocionado.

Ana, la más tranquila de los tres, sonrió y dijo: "Está bien, pero recuerden que lo importante es disfrutar juntos de la naturaleza y la amistad." Los amigos asintieron y comenzaron la competencia. Cada uno buscaba los mejores madroños, subiendo a los árboles con mucho cuidado y compartiendo risas mientras recolectaban las frutas.

Al final del día, pesaron las frutas recolectadas y descubrieron que cada uno tenía la misma cantidad. Sorprendidos, se dieron cuenta de que habían disfrutado tanto juntos que ninguno había pensado en competir en serio.

"Creo que no necesitamos un ganador, ya que juntos somos los mejores recogedores de madroños", dijo Martín. "Tienes razón, lo importante es la amistad y la diversión que pasamos juntos", agregó Juan. Ana sonrió y dijo: "Así es, la verdadera competencia era disfrutar de la naturaleza y de nuestra amistad".

Desde ese día, los tres amigos siguieron recolectando madroños juntos, pero esta vez sin competir. Aprendieron que la verdadera felicidad estaba en compartir momentos especiales con amigos, en lugar de pelear por ser el mejor.

Y así, se convirtieron en los buscadores más felices de madroños, disfrutando de la naturaleza y la amistad para siempre.

FIN.

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