Los Tres Reyes de la Alegría
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, llamado Villa Magia, donde vivían tres amigos muy especiales: Gaspar, Melchor y Baltasar. Eran inseparables y siempre estaban dispuestos a ayudar a los demás.
Un día, mientras paseaban por el bosque encantado que rodeaba su pueblo, encontraron un mapa misterioso. Estaba lleno de símbolos extraños y leyendas antiguas. Los tres amigos se emocionaron mucho al descubrir que el mapa les mostraba el camino hacia algo increíble.
"¡Debemos seguir este mapa! ¡Podríamos encontrar tesoros ocultos!", exclamó Gaspar emocionado. "¡Sí! ¡Y podríamos compartir esos tesoros con todos en nuestro pueblo!", agregó Melchor con entusiasmo. Baltasar asintió con una sonrisa y dijo: "Vamos juntos en esta aventura.
Pero recuerden, lo más valioso no son los tesoros materiales, sino la alegría que podemos llevar a las personas". Los tres amigos comenzaron su viaje siguiendo el mapa hacia montañas altas y ríos caudalosos.
A medida que avanzaban, enfrentaron desafíos como puentes rotos y caminos difíciles de cruzar. Pero nunca se dieron por vencidos; se apoyaban mutuamente para superar cada obstáculo. Después de días de viajar sin descanso, llegaron a una cueva cubierta de nieve brillante.
Al entrar, quedaron maravillados al ver miles de regalos apilados hasta el techo. "-¡Es aquí donde guardan los regalos para todos los niños del mundo!", exclamó Gaspar emocionado.
"-¡Sí, pero miren! ¡Hay una nota aquí!", dijo Melchor mientras sostenía un papelito en sus manos. El mensaje decía: "Queridos amigos, ustedes han demostrado valentía y generosidad en su viaje. Ahora les confío la misión de llevar alegría a los corazones de los niños.
Sean conocidos como los Reyes Magos y cada año, el 6 de enero, entreguen regalos a aquellos que lo merezcan". Los tres amigos se miraron con asombro y luego sonrieron. Sabían que esta era su verdadera misión: hacer felices a los demás.
A partir de ese día, Gaspar, Melchor y Baltasar se convirtieron en los famosos Reyes Magos. Cada año, preparaban regalos especiales para repartir entre las familias del pueblo Villa Magia y más allá.
No importaba si eran ricos o pobres, todos recibían algo especial hecho con amor. La noticia sobre estos reyes bondadosos se fue propagando por todo el país y pronto llegó a oídos del presidente argentino.
"-Estos Reyes Magos son realmente especiales", dijo el presidente al enterarse de sus buenas acciones. "Deberíamos honrarlos con una celebración anual para recordar su generosidad".
Y así fue como nació la tradición argentina del Día de Reyes, donde se celebra la llegada de Gaspar, Melchor y Baltasar trayendo alegría y regalos a todos los niños del país. Desde entonces, cada vez que alguien recibe un regalo durante el Día de Reyes, recuerda la historia de los tres amigos que se convirtieron en los Reyes Magos y cómo su generosidad cambió el mundo.
Y así, la magia de Villa Magia se extendió por todo el país, recordándonos que siempre debemos ser amables y generosos con los demás.
Porque al final del día, lo más valioso es hacer sonreír a alguien y compartir nuestra felicidad con quienes nos rodean.
FIN.