Los valientes amigos del parque



Un día, Kami y Isaac estaban en el parque pintando acuarelas y comiendo sanguchitos de miga. Estaban hablando sobre su amor por el arte cuando vieron a una niña llorando en un banco cercano.

- ¿Qué le pasa? - preguntó Kami preocupada. Isaac se acercó a la niña para ver si podía ayudarla. La pequeña tenía un rasguño en la rodilla y estaba asustada. - Tranquila, no pasa nada - dijo Isaac con calma-.

Dame tu mano y te ayudo a levantarte. La niña tomó su mano y se puso de pie. Kami les alcanzó una botella de agua para que la pequeña pudiera lavarse la herida. - ¿Cómo te llamas? - preguntó Kami sonriendo.

- Me llamo Sofía - respondió tímidamente la niña. - Hola Sofía, yo soy Kami y él es mi amigo Isaac.

¿Quieres venir con nosotros a comer unos ricos sanguchitos de miga? Sofía asintió emocionada y los tres amigos caminaron hacia un lugar donde vendían deliciosos sanguchitos de miga. Mientras comían, Kami les mostraba sus dibujos e Isaac les contaba historias divertidas que hacían reír a Sofía.

De repente, Shane y Andrea aparecieron en el parque haciendo travesuras como siempre lo hacían. Los tres amigos vieron cómo Shane empujaba a otro niño al suelo mientras Andrea se burlaba de él.

Kami sabía que eso no estaba bien, así que decidió hablar con ellos:- Chicos, eso no está bien ¿no ven que lastimaron al otro niño? - No nos importa - dijo Shane con indiferencia. - Deberían tener más cuidado de no lastimar a los demás - agregó Isaac.

Sofía y Kami estaban impresionadas por la valentía de sus amigos. Los dos chicos no tenían miedo de defender lo que era correcto, incluso cuando eso significaba enfrentarse a los matones del parque.

Después de un rato, Shane y Andrea se fueron y los tres amigos continuaron disfrutando su tarde juntos. Pintaron acuarelas, comieron sanguchitos de miga y hablaron sobre cómo hacer el bien en el mundo. Finalmente, llegó la hora de despedirse. - Fue una tarde maravillosa - dijo Sofía sonriendo-.

Gracias por ayudarme a levantarme y por ser tan buenos amigos. Kami e Isaac se abrazaron emocionados.

Sabían que habían hecho algo bueno ese día al ayudar a Sofía y al enfrentarse a Shane y Andrea para proteger a otros niños en el parque. Los tres amigos prometieron seguir haciéndose compañía en el colegio y en las tardes libres para seguir creciendo juntos como personas solidarias, valientes y amables.

FIN.

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