Los valientes de la guardería
En una pequeña ciudad llamada Alegría, vivían dos valientes amigos llamados Tadeo y Mila. Juntos, formaban un equipo imparable que siempre estaba listo para enfrentar cualquier desafío.
Un día, la noticia de que cuatro monstruos malvados (Huggie, Mommy, Buxy y Cat) habían invadido la guardería local y aterrorizaban a los niños huérfanos llegó a sus oídos.
Tadeo y Mila no lo dudaron ni un segundo y decidieron emprender la misión de derrotar a los monstruos para devolver la paz a los más pequeños de Alegría. Pero sabían que no podían hacerlo solos, así que buscaron la ayuda de sus tres amigos inseparables: Oli, Puppy y Kisi. Juntos formaban un equipo invencible.
Con valentía en sus corazones, Tadeo, Mila, Oli, Puppy y Kisi se adentraron en la guardería en busca de las manos verde y naranja que les permitirían expulsar a los monstruos de una vez por todas.
El camino estaba lleno de desafíos y peligros, pero con trabajo en equipo lograron superar cada obstáculo que se les presentaba. Al llegar al patio trasero de la guardería encontraron a Huggie haciendo travesuras con los juguetes de los niños.
Sin dudarlo, Tadeo tomó la delantera y dijo: "-Huggie, es hora de que te vayas. Los niños merecen jugar tranquilos sin tu maldad". Con determinación, Mila sacó la mano verde y Huggie desapareció entre destellos brillantes.
Continuando su búsqueda intrépida, se toparon con Mommy regañando a los muñecos por estar desordenados. Puppy ladró fuerte para llamar su atención mientras Oli extendió la mano naranja hacia ella. "-Mommy, todos merecen cariño y comprensión", expresó Oli con ternura.
Mommy empezó a calmarse hasta desvanecerse ante sus ojos. El siguiente desafío fue Buxy causando caos en el comedor con su voraz apetito. Kisi dio un paso al frente sosteniendo la mano verde bien alta: "-Buxy, hay suficiente comida para todos si compartimos".
Las palabras amables resonaron en el corazón del monstruo glotón quien cambió su actitud egoísta antes de ser eliminado por el poderoso resplandor verde. Finalmente llegaron al dormitorio donde Cat asustaba a los niños durante las siestas.
Mila mostró determinación mientras sostenía firme la mano naranja: "-Cat, todos merecen tener sueños felices sin miedo". La luz anaranjada envolvió al monstruo arisco transformándolo en pura bondad antes de esfumarse por completo.
Con todos los monstruos derrotados gracias al valor y trabajo en equipo de Tadeo, Mila, Oli, Puppy Y Kisi, la guardería volvió a ser un lugar seguro para los niños huérfanos. Las manos verde y naranja brillaban intensamente indicando que el hogar ahora estaba libre de toda maldad.
Los habitantes de Alegría celebraron junto a nuestros héroes quienes demostraron que con coraje, amistad e ingenio todo obstáculo puede ser superado. Desde ese día, Tadeo, Mila, Oli, Puppy Y Kisi siguieron protegiendo su ciudad ayudando siempre aquellos lo necesitaban.
Y colorín colorado este cuento lleno valores ha terminado ¡Que viva la amistad!
FIN.