Los Valientes de la Revolución



En un pequeño pueblo de México, el sol apenas comenzaba a asomarse cuando un grupo de niños se reunió bajo el gran árbol de la plaza. Agustinito, un niño de siete años, tenía en mente una gran historia que quería contarles a sus amigos.

"- ¡Chicos! -dijo Agustinito emocionado- Hoy les contaré sobre tres valientes que lucharon por lo que creían. ¡Fueron héroes de la Revolución! ¡Se llamaban Pancho Villa, Emiliano Zapata y Pascual Orozco!".

Los niños, fascinados, se acercaron un poco más.

"- ¿Y qué hicieron? -preguntó Lucía, con sus ojos brillando de curiosidad.

- Bueno, hace mucho tiempo, las personas que trabajaban en el campo tenían que luchar por sus derechos, porque los poderosos no les prestaban atención. Pancho Villa, un gran líder de los campesinos en el norte, decidió que era momento de hacer algo. Así que reunió a todos los que querían luchar por la justicia. -explicó Agustinito.

- ¿Y qué pasó después? -interrumpió Juanito.

- ¡Eso no es todo! -respondió Agustinito- Emiliano Zapata estaba en el sur, y él decía: 'La tierra es de quien la trabaja'. Así que también comenzó a reunir a los campesinos, porque quería luchar por la tierra y la libertad. -Agregó, mientras los niños escuchaban atentamente.

- ¡Eso suena genial! -dijo Lucía. -Pero, ¿quién es Pascual Orozco?

- Pascual era un amigo valiente que ayudó a Pancho y Emiliano. ¡Juntos formaron un gran equipo! -dijo Agustinito entusiasmado. -Un día, decidieron que era hora de rodear al malvado general que oprimía a la gente.

- ¿Y qué hicieron? -preguntó Juanito, ansioso.

- Organizaron una gran reunión en un campo. Muchos campesinos vinieron con sus caballos y sus herramientas. Eran un montón, y todos estaban muy emocionados. -contó Agustinito mientras hacía gestos con las manos para mostrar cómo se juntaban.

Entonces, entre gritos de emoción, todos se levantaron y gritaron al unísono:

"- ¡Libertad! ¡Tierra! ¡Justicia!".

Los próximos días fueron llenos de aventuras. Los tres amigos se unieron con otros lideres, y juntos hicieron un plan para la gran batalla. Pero había un problema: no todos en su equipo estaban de acuerdo.

"- Pancho, necesitamos más armas para ganar la batalla. -decía un líder del grupo.

- ¡Pero no podemos lastimar a los demás! -respondió Pancho con firmeza.

- ¡La violencia no es la respuesta! -dijo Emiliano, mirando a su amigo con preocupación.

En ese momento, Agustinito interrumpió su relato: "- Y así fue como decidieron cambiar su plan. En lugar de pelear con armas, pensaron en otra forma de resistencia.

- ¿Y qué hicieron, Agustinito? -preguntó Lucía intrigada.

- Decidieron hablar con las personas del pueblo, compartir sus ideas y explicar por qué luchaban.

Uno de los campesinos levantó la mano y dijo:

"- Estamos listos para luchar, ¡pero sus palabras también son poderosas!

La batalla se llevó a cabo, pero en lugar de empuñar armas, los campesinos llevaron sus herramientas de trabajo y comenzaron a arar la tierra del general.

"- ¡Nosotros también queremos trabajar! ¡Queremos la tierra para nosotros y nuestros hijos!" -gritaban.

La sorpresa del general fue enorme, ¡nunca había visto algo así!"- ¡Esto no es una batalla! ¿Qué hacen? -dijo asombrado.

- ¡Estamos reclamando lo que es justo! -respondió Emiliano.

La voz del pueblo fue tan fuerte que el general, sorprendido, decidió negociar. Finalmente, lograron obtener tierras para trabajar y vivir mejor.

Agustinito finalizó su relato, y los niños estaban encantados.

"- Así es como la valentía y las palabras pueden ser mucho más fuertes que cualquier arma. -dijo Agustinito con una sonrisa.

"- ¡Quiero ser como ellos! -exclamó Juanito.

"- Y yo quiero ayudar a los demás siempre! -agregó Lucía.

Así, el grupo de niños decidió que, al igual que Pancho, Emiliano y Pascual, siempre lucharían por lo justo y ayudarían a su comunidad.

Desde entonces, aquel día en la plaza se conoció como el Día de los Valientes, y cada año se reunían bajo el gran árbol para recordar la historia de sus héroes.

Y así, en su pequeño pueblo, una nueva esperanza floreció, inspirada por aquellos valientes que unieron sus sueños y acciones por un futuro mejor.

Fin.

FIN.

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