Los valientes del invernadero



Título: "El viaje de los valientes"Había una vez en la sierra ecuatoriana, un grupo de niños indígenas llamados Kichwas. Vivían en un hermoso pueblo rodeado de montañas y neblina.

Pero, lamentablemente, muchos de ellos sufrían constantemente de enfermedades respiratorias debido al clima frío y húmedo. Un día, Mamá Rosa, la sabia curandera del pueblo, decidió que era hora de buscar una solución para ayudar a los niños.

Se reunió con el Jefe del Pueblo y juntos planearon un viaje hacia el Centro de Salud más cercano. "¡Niños valientes!" - exclamó Mamá Rosa "Hoy emprenderemos un viaje hacia el Centro de Salud para encontrar ayuda para nuestras enfermedades respiratorias".

Los niños asintieron emocionados y comenzaron a prepararse para el viaje. Empacaron sus mochilas con abrigos calentitos, agua y comida. Caminaron por senderos empinados mientras cantaban canciones tradicionales. La niebla se desvanecía lentamente revelando un camino lleno de aventuras.

Al llegar al Centro de Salud, fueron recibidos por la enfermera Laura, quien les explicó cómo cuidar sus pulmones y prevenir enfermedades. Mostró imágenes coloridas sobre hábitos saludables como lavarse las manos antes de comer y cubrirse la boca al estornudar.

Después, los niños recibieron medicamentos para tratar sus enfermedades respiratorias. Mamá Rosa les dio té caliente hecho con hierbas medicinales que ella misma cultivaba en su huerto. Los niños se despidieron agradecidos y regresaron a su pueblo.

Durante el camino de vuelta, un niño llamado Miguelito tuvo una idea brillante. "¡Chicos! ¿Qué tal si construimos invernaderos en nuestro pueblo para cultivar hierbas medicinales como las que nos dio Mamá Rosa? Así siempre tendremos remedios naturales para nuestras enfermedades".

Los demás niños asintieron emocionados y comenzaron a planear cómo construirían los invernaderos. Trabajaron juntos, plantando semillas y cuidando las plantas con mucho amor. Poco a poco, las hierbas medicinales crecieron fuertes y saludables.

Los niños aprendieron cómo preparar infusiones curativas y compartieron sus conocimientos con todo el pueblo. Gracias al esfuerzo de los valientes Kichwas, las enfermedades respiratorias disminuyeron significativamente en su comunidad. Ahora podían disfrutar del aire puro de la sierra sin preocuparse por enfermarse tanto.

El viaje al Centro de Salud fue solo el comienzo de una gran aventura para estos niños indígenas. Aprendieron que juntos pueden hacer grandes cosas y que cuidar su salud es fundamental para seguir disfrutando de la belleza de su tierra.

Y así, entre risas y abrazos, los Kichwas vivieron felices sabiendo que habían encontrado el camino hacia una vida más saludable. Fin

FIN.

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