Los valientes dentistas

. Sí, como lo oyes, estos dos hermanos no tenían miedo de ir al dentista y siempre se divertían en su visita anual.

Un día, mientras estaban en la sala de espera del consultorio dental, Benjamin y Joaquín notaron que un niño pequeño estaba llorando desconsoladamente porque tenía mucho miedo de entrar a ver al dentista. - ¿Qué pasa? -preguntó Benjamin acercándose al niño-.

¿Por qué lloras? - Tengo mucho miedo del dentista -respondió el niño con voz temblorosa. Benjamin y Joaquín intercambiaron miradas comprensivas. Ellos sabían que muchas personas tenían miedo del dentista, pero nunca habían experimentado esa sensación ellos mismos.

- No te preocupes, nosotros vamos a entrar contigo -dijo Joaquín sonriendo para intentar calmar al niño. El pequeño asintió tímidamente y los tres entraron juntos a la consulta dental. La Dra. Martina les dio una cálida bienvenida y les explicó todo el proceso antes de comenzar a revisar los dientes del niño.

Mientras tanto, Benjamin y Joaquín observaban todo con curiosidad e interés. Aprendieron cómo se usaba cada herramienta dental y cómo cuidar adecuadamente sus dientes para mantenerlos saludables.

Después de que terminara la revisión del niño, todos salieron contentos de la consulta dental. El pequeñito ya no lloraba más gracias a la compañía de sus nuevos amigos Benjamin y Joaquín, quienes también disfrutaron aprendiendo sobre los dientes ese día.

Desde entonces, cada vez que iban al dentista con su familia o amigos, Benjamin y Joaquín se aseguraban de estar disponibles para acompañar a cualquier persona que tuviera miedo o nerviosismo.

Descubrieron que la visita al dentista no tenía por qué ser una experiencia negativa si se abordaba con curiosidad y valentía. Así, estos dos hermanos enseñaron a muchos niños y niñas la importancia de cuidar sus dientes y cómo el dentista era un amigo que los ayudaría a mantenerlos sanos.

Y es que, como siempre decían Benjamin y Joaquín: "¡Ir al dentista puede ser divertido si vas con amigos!"