Los valientes elfos del bosque encantado



Había una vez un hermoso bosque encantado donde vivían muchos seres mágicos. Los árboles eran altos y frondosos, los arroyos cantaban melodías dulces y los animales jugaban felices entre las ramas.

Sin embargo, la tranquilidad del bosque se vio amenazada cuando unos malvados ogros liderados por la maga Agueda llegaron para causar estragos. Los ogros comenzaron a destrozar todo a su paso, cortando árboles y pisoteando flores.

Pronto, el bosque encantado quedó en ruinas y muchos seres mágicos quedaron sin hogar ni alimento. Entre ellos estaban cinco valientes elfos: Lucas, Sofía, Mateo, Valentina y Tomás. Los elfos decidieron que no podían permitir que su amado bosque sufriera más daño.

Así que se reunieron en secreto para idear un plan para detener a los ogros y ayudar a todos los seres necesitados. "¡Tenemos que encontrar una forma de derrotar a esos ogros!" exclamó Lucas con determinación.

"Pero también debemos asegurarnos de que todos tengan suficiente comida", agregó Sofía preocupada por aquellos que ya no tenían nada qué comer. Así fue como los cinco elfos partieron en busca de soluciones.

Recorrieron el bosque buscando alimentos escondidos entre las hojas caídas y recolectaron bayas maduras de arbustos salvajes. Cada día regresaban al lugar acordado donde repartían equitativamente lo recolectado entre las criaturas desamparadas del bosque: duendes, hadas y animales.

Un día, mientras buscaban comida en una zona devastada del bosque, los elfos escucharon un ruido extraño. Se escondieron detrás de un árbol y vieron a Agueda hablando con los ogros. "¡Hemos encontrado más seres mágicos para atormentar!", exclamó la malvada maga con una risa siniestra.

Los elfos se miraron entre sí y supieron que tenían que actuar rápidamente. Decidieron tenderles una trampa a los ogros usando su astucia e ingenio. Crearon ilusiones mágicas para distraer a los ogros mientras ellos se movían sigilosamente por el bosque.

Utilizaron sus habilidades de camuflaje para pasar desapercibidos ante Agueda y sus secuaces. Finalmente, lograron llevarlos hacia una trampa hecha con ramas entrelazadas. Cuando los ogros quedaron atrapados en la trampa, los elfos corrieron al lugar donde guardaban toda la comida recolectada.

La repartieron entre todos aquellos seres mágicos que no tenían nada para comer. El bosque encantado volvió a cobrar vida gracias al arduo trabajo de los cinco valientes elfos.

Los árboles comenzaron a florecer nuevamente, las flores volvieron a cubrir el suelo y la alegría regresó al corazón de cada ser mágico que habitaba allí. Desde ese día, Lucas, Sofía, Mateo, Valentina y Tomás fueron recordados como héroes en el bosque encantado.

Su valentía y generosidad enseñaron a todos la importancia de trabajar juntos para proteger y cuidar el hogar que compartían. Y así, el bosque encantado se convirtió en un lugar próspero donde reinaba la paz y la armonía.

Los ogros aprendieron su lección y nunca más intentaron causar daño. Los elfos continuaron ayudando a los seres necesitados, asegurándose de que nadie pasara hambre ni sufriera mientras ellos estuvieran allí para velar por ellos. Fin.

FIN.

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