Los viajes de Liliana y Ale



Ale y su mamá Liliana estaban muy emocionados por las vacaciones que habían planeado durante tanto tiempo. Habían decidido visitar Italia y Croacia, dos países llenos de historia y cultura.

Cuando llegaron a Italia, se alojaron en un pequeño hotel cerca del Coliseo. Se despertaron temprano cada día para explorar la ciudad, caminando por las calles empedradas y admirando los antiguos edificios romanos. Comieron pizza, pasta y gelato todos los días, lo que hizo feliz a Ale.

Un día, mientras paseaban por el centro histórico de Roma, se encontraron con una exhibición de arte callejero. Un artista estaba pintando un hermoso mural en la pared de un edificio abandonado.

Ale quedó fascinado por el proceso creativo del artista y le preguntó si podía ayudarlo a pintar. "¿Puedo ayudarte?" -preguntó Ale al artista"¡Por supuesto! Será divertido tener un ayudante" -respondió el artista con una sonrisa. Juntos trabajaron durante horas hasta que terminaron el mural.

La obra era impresionante: representaba la historia de Roma desde sus inicios hasta la actualidad. Al finalizar su trabajo juntos, el artista regaló a Ale una pequeña lata de pintura como recuerdo.

Después de pasar unos días más en Italia, Liliana y Ale tomaron un ferry hacia Croacia. Era su primer viaje en barco juntos y ambos disfrutaban del paisaje mientras navegaban hacia Dubrovnik. Una vez allí, hicieron turismo por toda la ciudad vieja amurallada.

Pudieron ver iglesias antiguas, edificios históricos y pasear por las calles empedradas. La vista desde lo alto de las murallas era impresionante. "Mamá, ¿puedo tomar fotos con mi cámara?" -preguntó Ale emocionado.

"¡Por supuesto! Me encantaría ver el mundo a través de tus ojos" -respondió Liliana sonriendo. Ale se tomó su tiempo para capturar cada detalle, desde la arquitectura hasta los colores brillantes del mercado local.

Mientras caminaban por la ciudad vieja, escucharon música en vivo que venía de una pequeña plaza. Un grupo de músicos locales estaba tocando canciones tradicionales croatas. "¿Te gustaría unirte a ellos, Ale?" -preguntó LilianaAle asintió emocionado y corrió hacia los músicos.

Ellos lo recibieron con una sonrisa y le dieron una flauta para tocar junto a ellos. Ale estaba feliz de poder compartir su amor por la música con gente nueva que acababa de conocer.

Después de unas semanas llenas de aventuras emocionantes en Italia y Croacia, finalmente llegó el momento de volver a casa. Liliana notó que durante todo el viaje, Ale había aprendido mucho sobre diferentes culturas y había desarrollado nuevas habilidades creativas gracias al arte callejero y la música tradicional croata.

Al llegar al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso a casa, Liliana le preguntó a Ale:"¿Qué fue lo más importante que aprendiste en este viaje?"Ale pensó por un momento antes de responder:"Aprendí que hay muchas cosas hermosas en este mundo y que siempre hay algo nuevo por descubrir.

También aprendí que la música y el arte pueden unir a personas de diferentes culturas y hacer que se sientan más cercanas". Liliana sonrió, sabiendo que su hijo había regresado a casa con una nueva perspectiva del mundo.

Y así, Liliana y Ale terminaron su viaje lleno de aventuras, con nuevos recuerdos para atesorar juntos.

FIN.

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