Loves Bridge
Había una vez, en un pequeño pueblo de la provincia de Córdoba, Argentina, dos hermanitos llamados Camilo y Alina. Ellos vivían con su mamá en una casita muy acogedora junto a las sierras.
Camilo y Alina eran muy felices jugando entre los árboles y correteando por el campo, pero había algo que los entristecía: extrañaban mucho a su abuelito que vivía en lo alto de la montaña.
El abu era un hombre sabio y lleno de historias fascinantes que siempre les contaba cuando iban a visitarlo. Un día, mientras jugaban en el patio trasero de su casa, Camilo tuvo una idea brillante.
"¡Alina! ¿Qué te parece si construimos un puente mágico para llegar hasta donde está el abu?"- exclamó emocionado. "¡Eso sería maravilloso!"- respondió Alina con alegría. Los hermanitos se pusieron manos a la obra. Buscaron palos largos y resistentes para hacer las bases del puente.
Luego recolectaron hojas grandes para usarlas como tablones y ataron todo bien fuerte con cuerdas hechas de lana. Cuando terminaron, contemplaron orgullosos su creación: Un puente mágico hecho con amor y esfuerzo.
Sin pensarlo dos veces, comenzaron a caminar sobre él mientras imaginaban estar cruzando hacia la montaña donde estaba el abuelito. Pero justo cuando llegaron al otro extremo del puente, algo inesperado ocurrió. Una densa niebla apareció frente a ellos e impidió que pudieran ver el camino.
Camilo y Alina se asustaron un poco, pero no se rindieron. "¡No podemos rendirnos ahora!"- dijo Camilo con valentía. "Vamos a buscar una solución". Así que los hermanitos decidieron caminar hacia adelante, siguiendo el sonido del río que corría cerca de la montaña.
Con cada paso, la niebla se hacía más densa y ellos se sentían cada vez más perdidos. De repente, escucharon el suave canto de un pájaro y vieron una pequeña luz brillante en medio de la niebla.
Se acercaron cautelosamente y descubrieron que era una luciérnaga llamada Luci. Luci les contó que ella vivía en la montaña junto al abuelito de Camilo y Alina.
También les explicó que la niebla era producto del miedo y las dudas que tenían en sus corazones. "Para superarla"- dijo Luci con sabiduría-, deben confiar en ustedes mismos y recordar todas las historias maravillosas que el abu les ha contado".
Camilo y Alina reflexionaron sobre las palabras de Luci y recordaron cómo el abu siempre les decía que nunca debían tener miedo a lo desconocido, porque siempre habría algo bueno esperándolos al final del camino.
Con renovada fuerza en sus corazones, los hermanitos tomaron aire profundamente e imaginaron al abuelito sonriéndoles desde lo alto de la montaña. La niebla comenzó a disiparse lentamente hasta desaparecer por completo.
Fue entonces cuando Camilo y Alina vieron a lo lejos al abuelito, quien los esperaba con los brazos abiertos y una gran sonrisa en el rostro. Corrieron hacia él y se fundieron en un cálido abrazo lleno de amor. El abu les contó nuevas historias maravillosas y juntos disfrutaron de momentos inolvidables.
Camilo y Alina aprendieron que la distancia no importa cuando hay amor en el corazón, y que siempre pueden encontrar una forma de llegar hasta las personas que más aman.
Y así, los hermanitos entendieron que aunque extrañaran mucho al abu cuando estuviera lejos, siempre podrían recordarlo a través de sus historias y sentirlo cerca en su corazón. Y cada vez que quisieran ir a visitarlo, solo tenían que cruzar su puente mágico hecho con amor para encontrarse nuevamente junto a él.
FIN.