Luca y la distancia de los abuelos
Luca era un nene muy simpático y curioso que vivía en una casa rodeada de árboles y pajaritos. Le encantaba jugar con sus juguetes, leer cuentos y hacer travesuras con su gato Tito.
Pero lo que más extrañaba Luca era a sus abuelos, quienes vivían muy lejos de su casa. Un día, mientras estaba jugando en el jardín, Luca vio volar un pájaro hacia el cielo azul.
Sintió una tristeza profunda en su corazoncito al pensar en sus abuelos y cómo no podía verlos tan seguido como quisiera. "¿Por qué no puedo ir a visitar a mis abuelos todos los días?" - se preguntó Luca con lágrimas en los ojos.
Su mamá lo escuchó llorar desde la cocina y fue corriendo a consolarlo. "Luca, mi amor, sé que extrañas mucho a tus abuelos pero ellos viven muy lejos de aquí.
No podemos ir a visitarlos todos los días porque es un viaje largo y costoso. ""Pero yo quiero verlos ya" - dijo Luca sollozando. Su mamá lo abrazó fuerte y le explicó que aunque estén lejos, siempre pueden comunicarse por teléfono o video llamada para hablar y verse.
Luca se secó las lágrimas y pensó que eso podría ser divertido. Así que llamaron a los abuelos por videollamada e hicieron muchas caras graciosas para hacerlos reír. Fue una tarde llena de risas y alegría.
A partir de ese día, Luca entendió que aunque no pudiera ver a sus abuelos todos los días, podía mantenerse en contacto con ellos y tenerlos cerca de alguna manera.
Además, cada vez que iban a visitarlos era una aventura emocionante que esperaba con ansias. Un día, mientras jugaba en el jardín otra vez, Luca vio un globo volando hacia arriba y pensó en lo importante que es valorar las cosas lindas que tenemos en nuestra vida aunque no estén siempre presentes.
Y así aprendió una lección muy valiosa para su corta edad: la paciencia y la gratitud por las personas importantes en nuestras vidas son fundamentales para ser felices.
FIN.