Lucas, el guardián del planeta



Había una vez en un hermoso pueblo llamado Verdegracia, donde todos sus habitantes vivían en armonía con la naturaleza. En este lugar, los árboles eran altos y frondosos, los ríos cristalinos y el aire siempre fresco.

En medio del pueblo vivía Lucas, un niño curioso y amante de la naturaleza. A Lucas le encantaba explorar el bosque cercano a su casa, donde descubría plantas y animales sorprendentes.

Un día, mientras caminaba por el bosque, escuchó unos ruidos extraños cerca de un arroyo. Se acercó sigilosamente y vio a unos obreros tirando basura en el agua. - ¡Hey! ¡No pueden hacer eso! -exclamó Lucas indignado.

Los obreros se sobresaltaron al escuchar la voz del niño y uno de ellos respondió: "No tenemos otro lugar para desechar la basura, es más fácil tirarla aquí". Lucas decidió actuar rápidamente y les propuso construir contenedores de reciclaje para separar la basura y así evitar contaminar el arroyo.

Los obreros aceptaron la idea del niño y juntos trabajaron para limpiar el lugar. Días después, el arroyo volvió a brillar con toda su belleza gracias al esfuerzo de Lucas y los obreros.

El pueblo entero se enteró de lo sucedido e inspirados por la iniciativa del niño decidieron tomar medidas para promover el desarrollo sustentable en Verdegracia. Se organizaron jornadas de limpieza, se plantaron árboles en áreas deforestadas y se implementaron programas de reciclaje en todas las casas.

Lucas estaba feliz de ver cómo su pequeña acción había generado un gran cambio en su comunidad. Pero un día, una sequía azotó a Verdegracia poniendo en peligro los cultivos y la fauna local.

Todos estaban preocupados por la falta de agua hasta que Lucas tuvo una brillante idea: recolectar agua de lluvia para utilizar en momentos como ese. Con la ayuda de sus vecinos, construyeron sistemas de recolección de agua que permitieron almacenar suficiente líquido durante épocas secas.

Gracias a esta medida preventiva, Verdegracia pudo superar la sequía sin problemas. Desde ese día, Lucas se convirtió en un héroe local conocido como "El guardián verde" por su incansable labor en favor del desarrollo sustentable.

Y así, gracias a su valentía e ingenio, logró demostrar que cuidando nuestro entorno podemos construir un futuro mejor para todos. Y colorín colorado este cuento sustentable ha terminado pero nuestra tarea por cuidar el planeta apenas comienza.

FIN.

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