Lucas, el pequeño dinosaurio de los sueños felices



Había una vez un pequeño dinosaurio llamado Lucas. Era un dinosaurio muy especial, ya que tenía la habilidad de crear pesadillas en la mente de las demás criaturas.

Todos los animales del bosque temían a Lucas, ya que sus sueños se convertían en auténticas pesadillas. Lucas vivía solo en una cueva oscura y fría. Aunque era capaz de asustar a todos con sus terribles pesadillas, él no estaba contento con su vida.

En lo más profundo de su corazón, anhelaba ser amable y hacer felices a los demás. Un día, mientras caminaba por el bosque, Lucas escuchó un llanto horrible proveniente de detrás de unos arbustos.

Se acercó sigilosamente y descubrió a un pequeño conejito sollozando desconsoladamente. - ¿Qué te pasa, conejito? - preguntó Lucas con voz preocupada. El conejito levantó la cabeza y miró a Lucas con miedo en sus ojos. - T-tengo miedo... - balbuceó el conejito -.

He tenido una terrible pesadilla y no puedo dejar de llorar. Lucas sintió compasión por el conejito y decidió ayudarlo. Sabía que tenía que utilizar su poder para cambiar las cosas para mejor.

- No te preocupes, pequeño amigo - dijo Lucas con determinación -. Voy a usar mi habilidad para transformar tus pesadillas en sueños hermosos y felices. Concentró toda su energía en su mente e imaginó cómo sería el sueño perfecto para el conejito.

Un lugar lleno de flores coloridas, amigos jugando y risas en el aire. Lentamente, las pesadillas del conejito se desvanecieron y fueron reemplazadas por un sueño maravilloso. El conejito abrió los ojos y una sonrisa iluminó su rostro.

- ¡Gracias, Lucas! - exclamó con alegría -. Ahora puedo dormir tranquilo. Lucas se sintió feliz de haber ayudado al conejito, pero también se dio cuenta de que tenía un poder especial que podía utilizar para hacer el bien a otros animales del bosque.

Decidió que usaría su habilidad para cambiar las pesadillas en sueños hermosos cada vez que alguien necesitara ayuda. Así comenzó la nueva vida de Lucas.

Viajaba por el bosque buscando a aquellos que estaban tristes por sus pesadillas y les brindaba su ayuda. Cambiaba sus terrores nocturnos en aventuras emocionantes y llenas de diversión. Poco a poco, los animales del bosque dejaron de temer a Lucas.

Se dieron cuenta de que era amable y siempre estaba dispuesto a ayudar. Incluso lo invitaron a fiestas y celebraciones, donde todos disfrutaban de los hermosos sueños creados por él. Lucas finalmente encontró la felicidad en su corazón al ser útil para los demás.

Aprendió que no importa cuál sea nuestra habilidad o diferencia, siempre podemos encontrar una manera positiva de utilizarla para hacer del mundo un lugar mejor.

Y así fue como el dinosaurio pesadilla Lucas dejó atrás sus propias pesadillas para convertirse en un héroe en el bosque, cambiando lágrimas por sonrisas y pesadillas en sueños maravillosos.

FIN.

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