Lucas y el bosque limpio


Había una vez un niño llamado Lucas, quien era conocido por ser muy inteligente y valiente. Vivía en un pequeño pueblo rodeado de hermosas montañas, donde siempre buscaba aventuras emocionantes.

Un día, mientras exploraba las montañas, Lucas encontró un cartel que anunciaba una campaña para limpiar el bosque cercano al pueblo. El desafío consistía en recolectar la mayor cantidad de basura posible en un solo día.

Lucas sabía que esta era una gran oportunidad para demostrar su valentía y ayudar a cuidar el medio ambiente. Ansioso por participar en la campaña, Lucas se preparó con guantes, bolsas y una mochila vacía.

Se dirigió hacia el bosque temprano por la mañana y comenzó a reagarrar todo tipo de basura: botellas de plástico, latas vacías y papeles tirados por todas partes. Mientras avanzaba entre los árboles, escuchó unos ruidos extraños provenientes de una cueva cercana. Intrigado, decidió investigar.

Al acercarse a la entrada de la cueva vio algo sorprendente: ¡un oso atrapado! El oso estaba asustado y no podía salir por sí mismo. Sin pensarlo dos veces, Lucas decidió rescatarlo.

Con mucho cuidado y utilizando su inteligencia, construyó una escalera improvisada utilizando ramas fuertes para que el oso pudiera subir. Después de varios intentos fallidos, finalmente logró liberar al oso de su encierro. El animal lo miró con gratitud antes de correr hacia el bosque sin mirar atrás.

Lucas continuó con su tarea de recolectar basura en el bosque, pero mientras lo hacía, se dio cuenta de que cada vez encontraba más y más residuos.

Esto le hizo reflexionar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y cómo una pequeña acción podía marcar una gran diferencia. Después de horas de trabajo duro, Lucas llenó su mochila hasta el tope con basura. Satisfecho con su esfuerzo, decidió regresar al pueblo para entregar todo lo recolectado.

Cuando llegó al punto de encuentro, quedó asombrado al ver a todos los demás participantes vaciando sus bolsas llenas de basura. Había niños y adultos por igual, todos unidos en esta causa tan importante.

El alcalde del pueblo subió a un escenario improvisado y felicitó a Lucas por su valentía y determinación. Le entregó un premio especial por ser el niño que había recolectado la mayor cantidad de basura durante la campaña.

Desde ese día en adelante, Lucas se convirtió en un ejemplo para todos en el pueblo. Su historia inspiradora demostraba que cualquier persona, sin importar cuán joven o pequeña fuera, podía hacer una diferencia positiva en el mundo si se comprometían con ello.

Y así fue como Lucas aprendió que incluso las montañas más altas pueden ser conquistadas cuando se tiene inteligencia, valentía y un corazón dispuesto a ayudar a otros.

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