Lucas y el jardín de la amistad
Había una vez, en medio de un hermoso campo lleno de girasoles, una pequeña y acogedora casa de madera. En esa casita vivía Lucas, un perrito muy curioso y aventurero.
Lucas amaba correr por el campo, saltar entre los altos tallos de los girasoles y perseguir mariposas. Pero había algo que siempre le llamaba la atención: una abeja que volaba cerca de su casa. Lucas se preguntaba qué hacía la abeja allí todos los días.
Un día soleado, Lucas decidió seguir a la abeja para descubrir su secreto. La siguió zumbando entre las flores hasta llegar a un pequeño jardín donde había colmenas llenas de miel deliciosa.
- ¡Vaya! Así que aquí es donde vives - exclamó Lucas emocionado.
La abeja llamada Lola se dio cuenta de la presencia de Lucas y le dijo:- Hola, ¿qué haces aquí? ¿Te gusta nuestra miel? - Sí, me encanta - respondió Lucas con alegría -, pero también me gustaría tener un jardín como este cerca de mi casa. Lola sonrió y le contó a Lucas cómo podía hacer crecer su propio jardín lleno de flores y frutas deliciosas.
Le explicó que solo necesitaba semillas, tierra fértil y mucho amor para cuidarlo. Lucas regresó a su casa emocionado con la idea en mente. Buscó semillas en el campo y comenzó a plantarlas alrededor de su casita.
Cada día regaba las plantitas con cariño y las observaba crecer con entusiasmo. Pasaron los meses y el jardín de Lucas se convirtió en un hermoso lugar lleno de flores multicolores y árboles frutales. Los girasoles del campo se veían aún más radiantes junto a su casa de madera.
Un día, sus vecinos del campo vinieron a visitar la casita de Lucas y quedaron asombrados por el magnífico jardín que había creado. Todos admiraban la dedicación y el amor que Lucas le había puesto a su proyecto.
- ¡Lucas, eres un verdadero jardinero! - exclamó uno de ellos -, nos has enseñado que con paciencia y esfuerzo, podemos hacer realidad nuestros sueños. Desde ese día, todos los animales del campo comenzaron a cuidar su propio jardín.
Aprendieron de Lucas la importancia de trabajar en equipo para mantenerlo bonito y saludable. Y así fue como Lucas, el perrito aventurero, inspiró a todos sus amigos del campo a crear hermosos jardines alrededor de sus hogares.
Juntos disfrutaban cada día rodeados de naturaleza, compartiendo risas y alegrías. La historia de Lucas nos enseña que no importa cuán pequeño o grande sea nuestro sueño, siempre podemos lograrlo si le ponemos amor y dedicación.
Además, nos recuerda la importancia de cuidar nuestro entorno y aprender de la naturaleza que nos rodea.
FIN.