Lucas y el peligro en línea



Había una vez un nene llamado Lucas, a quien le encantaba pasar horas y horas frente a la computadora o el celular.

Le gustaba jugar juegos en línea, ver videos divertidos y chatear con sus amigos en las redes sociales. Un día, uno de sus amigos le sugirió crear perfiles en todas las redes sociales populares para estar más conectados.

Lucas pensó que era una gran idea y sin dudarlo se creó cuentas en Facebook, Instagram, Twitter y TikTok. Al principio todo parecía genial. Lucas compartía fotos de sus aventuras diarias, publicaba mensajes graciosos y obtenía muchos likes y comentarios de sus amigos. Pero pronto empezaron a suceder cosas extrañas.

Un desconocido comenzó a enviarle mensajes privados diciendo que lo conocía y que quería ser su amigo. Lucas no le dio importancia al principio, pero luego este desconocido empezó a pedirle información personal como su dirección y número de teléfono. Lucas no sabía qué hacer.

Se sentía incómodo pero tenía miedo de bloquear al desconocido por si se ponía agresivo. Fue entonces cuando decidió hablar con su mamá sobre lo que estaba pasando.

"Mamá, ¿qué hago si alguien me pide información personal en internet?", preguntó Lucas preocupado. "¡Oh, cariño! Debes tener mucho cuidado con eso", respondió su mamá con voz seria. "Pero tengo miedo de bloquearlo por si se enoja", confesó Lucas. "No te preocupes, lo más importante es tu seguridad.

Bloquéalo inmediatamente y nunca des información personal a extraños en internet", le aconsejó su mamá. Lucas siguió el consejo de su mamá y bloqueó al desconocido.

Luego revisaron juntos la configuración de privacidad de sus redes sociales para asegurarse de que solo sus amigos pudieran ver su información. A partir de ese día, Lucas aprendió la importancia de tener cuidado en las redes sociales.

Comenzó a pensar dos veces antes de compartir algo online y siempre consultaba con sus padres si algo le parecía sospechoso. Con el tiempo, Lucas se convirtió en un ejemplo para todos sus amigos sobre cómo mantenerse seguro en internet. Y aunque seguía disfrutando del mundo digital, lo hacía con responsabilidad y precaución.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado ¡Cuidemos nuestra seguridad online cada vez que estemos conectados!

FIN.

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