Lucas y el ratón mágico



Había una vez en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, un niño llamado Lucas. Lucas era un chico curioso y amante de la naturaleza.

Un día, mientras exploraba el jardín de su casa, encontró un diminuto ratón de brillante pelaje dorado. Sorprendido, Lucas se agachó para observarlo y el ratón, en lugar de huir, le habló: -¡Hola, soy Mateo, el ratón mágico! Tengo el poder de conceder un deseo a quien me ayude a resolver un problema.

Lucas, sin poder creer lo que escuchaba, decidió ayudar a Mateo. El ratón le contó que un grupo de pájaros traviesos había robado su varita mágica y sin ella no podía cumplir sus funciones mágicas.

Lucas, con valentía, se ofreció a ayudarlo y juntos emprendieron un viaje por el bosque. En el camino, enfrentaron desafíos y resolvieron acertijos, poniendo a prueba su ingenio y amistad. Finalmente, llegaron al escondite de los pájaros ladrones.

Con astucia y trabajo en equipo, lograron recuperar la varita mágica. Mateo, agradecido, le concedió a Lucas el deseo de tener un jardín próspero y lleno de vida.

A partir de ese día, Lucas cuidó y protegió su jardín con amor, convirtiéndose en un guardián de la naturaleza. Y Mateo, el ratón mágico, se convirtió en su fiel amigo, ayudándolo con sus poderes mágicos para que el jardín floreciera aún más.

Juntos, Lucas y Mateo vivieron aventuras increíbles y enseñaron a todos en el pueblo la importancia de cuidar y respetar la naturaleza.

FIN.

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