Lucas y el secreto del orden juntos



Había una vez un niño llamado Lucas, a quien le encantaba jugar con sus juguetes todo el día. Sin embargo, siempre que llegaba la hora de guardarlos, se negaba rotundamente y se enojaba muchísimo.

Un día, su mamá entró a su habitación y le dijo: "Lucas, ya es hora de guardar tus juguetes". Pero él respondió con un fuerte "¡No! ¡No quiero guardar nada!" y comenzó a patear sus juguetes por toda la habitación.

Su mamá, calmadamente, se sentó junto a él y le preguntó: "¿Por qué no quieres guardar tus juguetes?". Lucas frunció el ceño y dijo: "¡Porque no quiero! ¡Son míos y los quiero dejar así!".

Su mamá lo miró con ternura y le explicó: "Lucas, es importante aprender a cuidar nuestras cosas. Si dejamos los juguetes tirados, pueden romperse o perderse". Lucas reflexionó por un momento y luego dijo en voz baja: "Pero me da pereza guardarlos".

Su mamá sonrió y le propuso hacerlo juntos de una forma divertida. Así que empezaron a cantar una canción mientras recogían los juguetes y los colocan en su lugar.

"¡Vamos Lucas, todos juntos podemos lograrlo! -cantaba su mamá mientras recogían los autos y las muñecas. "Sí mamá, esto es más fácil cuando lo hacemos juntos", respondió Lucas con una sonrisa en el rostro. Una vez que terminaron de ordenar todo, la habitación lucía impecable y acogedora.

Lucas se sintió orgulloso al ver cómo quedaba todo en su lugar. Su mamá lo abrazó cariñosamente y le dijo: "¡Buen trabajo! Ahora tus juguetes están seguros y listos para la próxima vez que quieras jugar".

Desde ese día, Lucas entendió la importancia de cuidar sus cosas y aprendió que trabajar en equipo puede hacer cualquier tarea más fácil y divertida.

Y así, cada vez que llegaba la hora de ordenar sus juguetes, lo hacía sin protestar, recordando aquel día en el que descubrió lo gratificante que puede ser mantener todo en orden.

FIN.

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