Lucas y la carrera de la generosidad



Lucas era un niño apasionado por los autos. Le encantaba coleccionarlos, jugar con ellos y ver carreras en la televisión. Pero lo que más quería Lucas era tener una colección completa de pistas para sus autos.

Un día, mientras paseaba por el parque con su mamá, vio a un grupo de niños jugando con pistas de autos. Se acercó a ellos y les preguntó si podía jugar también. "Claro que sí", respondió uno de los niños.

Lucas se divirtió mucho jugando con las pistas y se dio cuenta de que le faltaban muchas para completar su colección. "¿Dónde consiguieron esas pistas?", preguntó Lucas curioso. "Las compramos en una tienda de juguetes", respondió otro niño.

Lucas decidió entonces ahorrar todo el dinero que recibía como regalo o por hacer mandados para poder comprar más pistas.

Pero cada vez que iba a la tienda, se daba cuenta de que había nuevas pistas que no tenía y eso lo desanimaba un poco. Un día, Lucas estaba en la tienda mirando las nuevas pistas cuando escuchó a dos niños hablando detrás suyo:"¡Mira esa pista! Es increíble. ""Sí, pero es muy cara. No podríamos comprarla nunca.

"Lucas sintió tristeza al pensar en esos niños sin poder comprar la pista que tanto deseaban tener. Decidió entonces darles una sorpresa: compró la pista y se la regaló a los dos chicos.

Los niños quedaron sorprendidos y felices al recibir el regalo inesperado. Y Lucas se sintió muy bien al ver sus sonrisas. "Eres un buen amigo", le dijo uno de los niños a Lucas.

A partir de ese día, Lucas se dio cuenta de que no era necesario tener todas las pistas para ser feliz. Lo importante era compartir y hacer felices a los demás. Un tiempo después, Lucas recibió una gran sorpresa.

Los niños a quienes les había regalado la pista le trajeron un paquete envuelto en papel de regalo. "Es para ti", le dijeron con una sonrisa. Lucas abrió el paquete y encontró adentro una pista que él no tenía en su colección. Era un modelo muy especial y difícil de conseguir.

"¿Cómo lo conseguiste?", preguntó Lucas emocionado. "La compramos juntos con el dinero que teníamos ahorrado", respondieron los dos chicos.

Lucas se sintió muy feliz al ver que sus amigos habían pensado en él y habían hecho un esfuerzo por comprarle la pista que tanto deseaba tener. Y así aprendió que la amistad y la generosidad son las cosas más valiosas en la vida, mucho más importantes que cualquier colección de objetos materiales.

FIN.

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