Lucas y la ciudad de las maravillas construidas
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Construville, donde todos los habitantes eran apasionados por la arquitectura y la construcción.
En este lugar vivía Lucas, un niño curioso y creativo que soñaba con viajar por el mundo para conocer las construcciones más impresionantes. Un día, mientras paseaba por las calles de Construville, Lucas se encontró con el anciano Don Armando, un famoso arquitecto retirado que había diseñado algunas de las estructuras más emblemáticas del pueblo.
Don Armando notó el brillo en los ojos de Lucas y decidió contarle historias sobre las maravillas arquitectónicas que existían en diferentes partes del mundo.
"¿Sabías que en Egipto se encuentra la gran pirámide de Keops, una de las siete maravillas del mundo antiguo?" - le dijo Don Armando a Lucas mientras caminaban por la plaza central. "¡Wow! Debe ser increíble verla en persona", respondió Lucas emocionado.
Desde ese día, Lucas comenzó a investigar sobre construcciones famosas como la Torre Eiffel en París, el Coliseo Romano en Italia y la Gran Muralla China. Cada noche antes de dormir, imaginaba cómo sería estar allí admirando esas impresionantes obras arquitectónicas.
Un día, el alcalde de Construville anunció un concurso de diseño para renovar el parque principal del pueblo. Todos los habitantes estaban emocionados por participar y mostrar sus habilidades creativas. Lucas no dudó ni un segundo en inscribirse en el concurso.
Con su pasión por las construcciones como motor, Lucas pasaba horas dibujando sus ideas para transformar el parque en un lugar único y divertido para todos.
Inspirado por las historias que Don Armando le contaba sobre diferentes estilos arquitectónicos alrededor del mundo, diseñó un parque temático donde cada área representaba una famosa construcción internacional. Llegó finalmente el día del concurso y todos los diseños fueron exhibidos ante un jurado experto. Cuando llegó el momento de anunciar al ganador, hubo un silencio tenso en el ambiente.
El alcalde abrió el sobre y leyó en voz alta:"El ganador del concurso es... ¡Lucas!"El pueblo estalló en aplausos y alegría mientras llevaban a hombros a Lucas hasta su nuevo proyecto: convertir su diseño ganador en realidad.
Con la ayuda de toda la comunidad, pronto el parque se transformó en una muestra increíble de diversidad cultural a través de la arquitectura.
Desde entonces, Construville se convirtió no solo en un lugar lleno de edificios extraordinarios sino también en un símbolo de creatividad e inspiración para todas las generaciones venideras.
Y así fue como Lucas descubrió que no necesitaba viajar lejos para encontrar maravillas arquitectónicas; simplemente tenía que mirar a su alrededor con ojos llenos de pasión y creatividad.
FIN.