Lucas y la lección de zapatos



Lucas estaba muy emocionado por su próxima boda con su novia, Sofía. Pero hoy tenía una cita importante con la modista en la casa de sus futuras suegras para tomar medidas del traje de novio.

Sin embargo, el mal tiempo arruinó sus planes. Mientras caminaba hacia la casa de las suegras, Lucas se dio cuenta de que sus zapatos estaban empapados.

Como no quería parecer desaliñado frente a su futura familia política, decidió secarlos rápidamente antes de llegar a la casa. Puso los zapatos sobre la estufa y esperó mientras se preparaba para salir nuevamente bajo la lluvia torrencial. Pero cuando volvió a revisar sus zapatos, se dio cuenta con horror que las suelas estaban quemadas.

"¡Oh no! ¿Qué voy a hacer ahora? ¡Mis zapatos están arruinados!", exclamó Lucas desesperado. "Tranquilo hijo", dijo la madre de Sofía tranquilizándolo. "Tenemos un amigo que es experto en reparación de calzado.

Te lo puedo presentar si quieres". "¡Sí por favor! Muchas gracias", respondió Lucas aliviado. La madre de Sofía llamó inmediatamente al amigo y le explicó el problema.

Él les dijo que iría tan pronto como pudiera y les aseguró que podría arreglar los zapatos sin problemas. Después de unos minutos, llegó el amigo especializado en reparación de calzado y examinando los zapatos cuidadosamente explicó:"No te preocupes joven amigo, puedo arreglar tus zapatos sin ningún problema pero debes tener más cuidado con ellos".

Lucas estaba muy agradecido y le preguntó cómo podría ser más cuidadoso con sus zapatos. "Bueno, en primer lugar, debes evitar poner tus zapatos cerca de una fuente de calor directa como la estufa.

Además, es importante que los limpies y los cepilles regularmente para mantenerlos en buen estado". Lucas aprendió una valiosa lección ese día sobre el cuidado de su calzado y se aseguró de aplicarla en su vida diaria.

Ahora, siempre mantenía sus zapatos limpios y secos adecuadamente para evitar cualquier daño innecesario. Y así, Lucas tuvo un matrimonio feliz junto a Sofía, sin preocuparse por unos zapatos arruinados gracias a la sabiduría del amigo especializado en reparación de calzado y las enseñanzas recibidas aquel día.

FIN.

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