Lucas y la lección del reciclaje
Había una vez un niño llamado Lucas, quien vivía en una pequeña casita junto a sus padres. Lucas era un niño muy travieso y despistado, siempre se olvidaba de hacer las tareas que le encargaban.
Un día, mientras Lucas jugaba con sus juguetes en su cuarto, escuchó la voz de su mamá llamándolo desde la cocina: "¡Lucas! ¡Ven aquí por favor!".
Lucas corrió hacia la cocina y encontró a su mamá con las manos en la cintura y una mirada seria. "Lucas, te he pedido varias veces que saques la basura y todavía no lo has hecho. Estoy muy enfadada contigo", dijo su mamá con tono de decepción.
Lucas bajó la cabeza y se disculpó: "Lo siento mucho, mamá. Se me olvidó completamente". Su mamá suspiró y le explicó pacientemente: "Lucas, es importante que cumplamos nuestras responsabilidades en casa.
Tirar la basura es parte de nuestra rutina diaria para mantener nuestro hogar limpio y ordenado". El niño asintió con tristeza y prometió que nunca más se olvidaría de tirar la basura. Pero sabiendo lo distraído que era Lucas, su mamá decidió enseñarle una valiosa lección.
Al día siguiente, cuando llegaron del supermercado cargados de bolsas llenas de comida deliciosa para preparar el almuerzo familiar, su mamá tuvo una idea brillante. "Mira Lucas", dijo su mamá mientras sacaba todos los alimentos de las bolsas y los colocaba sobre el mostrador.
"Hoy vamos a jugar a un juego especial. Tendrás que encontrar qué alimentos deben ir a la basura y cuáles podemos guardar en la despensa".
Lucas se emocionó al instante y comenzó a revisar cada producto con cuidado, aprendiendo sobre las fechas de caducidad y cómo identificar si algo estaba en buen estado o no. Después de un rato, Lucas había separado todos los alimentos que debían ser desechados en una bolsa aparte.
Su mamá lo felicitó por su esfuerzo y le dijo: "Lucas, este juego nos ha ayudado a ver la importancia de tirar la basura a tiempo. Si dejamos alimentos vencidos en nuestra despensa, podríamos enfermarnos". Desde ese día, Lucas nunca más olvidó sacar la basura.
Incluso se convirtió en el encargado oficial de reciclar y enseñaba a sus amigos del colegio sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
La mamá de Lucas también quedó impresionada por su cambio y decidió premiarlo con una sorpresa especial: ¡una visita al parque temático donde podían aprender aún más acerca del reciclaje! Desde aquel día, Lucas entendió que cumplir con sus responsabilidades era muy importante para mantener feliz a su familia y cuidar el planeta.
Y así vivieron felices todos juntos, siempre preocupándose por tener un hogar limpio y ordenado.
FIN.