Lucas y la magia de los videojuegos


Había una vez una profe llamada Rocío, que tenía un gran sueño: quería que todos sus alumnos se convirtieran en profesionales exitosos.

Rocío era muy apasionada por la educación y creía que cada uno de sus estudiantes tenía el potencial para lograr grandes cosas. Un día, llegó a su clase un nuevo estudiante llamado Lucas. Lucas no estaba interesado en estudiar ni en aprender nada nuevo. Él prefería pasar el tiempo jugando videojuegos todo el día.

Rocío sabía que Lucas tenía mucho más potencial del que él mismo creía y decidió hacer algo al respecto.

Un día después de clases, habló con él:"Lucas, sé que eres bueno en los videojuegos, pero ¿alguna vez has pensado en lo emocionante que sería crear tus propios juegos?"Lucas frunció el ceño y respondió: "¿Cómo puedo hacer eso si solo soy un niño?""Bueno," dijo Rocío sonriendo," hay muchos programas informáticos divertidos y fáciles de usar para niños como tú.

Podrías empezar a experimentar con ellos y ver qué puedes crear. "Lucas se sintió inspirado por las palabras de Rocío y decidió darle una oportunidad a la programación de videojuegos.

Poco a poco comenzó a entender cómo funcionaba todo y pronto estaba creando sus propios juegos. Sin embargo, Rocío sabía que había otro problema: algunos compañeros de clase siempre lo molestaban por ser tan diferente.

Ella decidió hablar con ellos sobre la importancia del respeto mutuo:"Chicos, entiendo que pueden tener diferentes pasatiempos e intereses, pero eso no significa que deban burlarse de alguien por ser diferente. Todos somos únicos y especiales a nuestra manera.

"Los compañeros de clase se sintieron avergonzados y se disculparon con Lucas por su comportamiento previo. A partir de ese momento, comenzaron a apoyarlo en sus nuevos proyectos. Con el tiempo, Lucas se convirtió en un programador experto y creó algunos juegos sorprendentes que dejaron a todos boquiabiertos.

Rocío estaba más que orgullosa de él y lo alentó a continuar persiguiendo sus sueños. La lección que todos aprendieron fue simple: nunca subestimes tu potencial ni el potencial de los demás.

Con suficiente esfuerzo, pasión e inspiración, ¡todas las posibilidades son infinitas!

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