Lucas y la Magia del Aprendizaje


Fran era un nene muy inteligente y curioso. Siempre estaba preguntando cosas nuevas y quería aprender todo lo que podía. Pero había algo que no le gustaba nada: ir al colegio o a las clases de inglés.

Cada mañana, cuando su mamá lo despertaba para ir al jardín, Fran se ponía a llorar desconsoladamente. No quería dejar su casa ni estar lejos de su mamá.

Lo mismo pasaba cuando llegaba el día de las clases de inglés. Su mamá intentó hablar con él para saber qué le pasaba, pero Fran no sabía explicarlo bien. Solo decía que tenía miedo y que no quería ir.

Un día, mientras jugaban en el parque, Fran conoció a Lucas, un niño mayor que él que hablaba muy bien inglés. Lucas le enseñó algunas palabras en ese idioma y Fran quedó fascinado. "¿Cómo hiciste para aprender tantas palabras?", preguntó Fran emocionado.

"Fui a unas clases de inglés muy divertidas", respondió Lucas sonriendo. "¿Divertidas?", preguntó Fran sorprendido. "Sí, jugábamos mucho y aprendíamos sin darnos cuenta", explicó Lucas. A partir de ese día, Fran empezó a pensar en la idea de aprender inglés como algo divertido y emocionante.

Le pidió a su mamá que lo inscribiera en las mismas clases donde iba Lucas.

Al principio seguía teniendo miedo y llorando cada vez que tenía que ir, pero poco a poco fue descubriendo lo entretenido que era jugar con los otros niños mientras aprendían cosas nuevas. Un día tuvieron una actividad especial: tenían que buscar objetos en inglés por todo el jardín y luego decir su nombre en ese idioma.

Fran se divirtió tanto buscando y encontrando cosas, que ni siquiera se dio cuenta de que estaba hablando en inglés. "¡Mamá, mamá! ¡Hablé en inglés sin darme cuenta!", exclamó Fran contento. "¡Qué bien hijo! ¿Y te gustó la actividad?", preguntó su mamá sonriendo.

"Sí, fue muy divertido", respondió Fran emocionado. A partir de ese día, Fran dejó de llorar cuando tenía que ir al colegio o a las clases de inglés.

Descubrió que aprender podía ser divertido y emocionante si lo hacía en un ambiente amigable y entretenido. Ahora cada vez que llega el día de ir al jardín o a las clases de inglés, Fran se despierta con una gran sonrisa lista para aprender cosas nuevas y jugar con sus amigos.

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