Lucas y la mediación familiar


sentía triste y confundido. Aunque sus padres le explicaron que se amaban mucho, pero que ya no podían vivir juntos, Lucas no entendía por qué.

Un día, su mamá le habló sobre la mediación familiar, un proceso donde un mediador les ayudaría a resolver sus diferencias de forma pacífica y en beneficio de todos. Lucas, curioso, decidió aprender más sobre la mediación.

Con la ayuda de su mamá, descubrió que la mediación es una forma de resolver conflictos de manera amigable, donde las partes involucradas toman decisiones juntas con la ayuda del mediador. Lucas pensó que sería genial si sus padres pudieran resolver sus problemas de esa manera. Entonces, propuso la idea a sus padres.

Al principio, estaban un poco escépticos, pero después de escuchar a Lucas, decidieron darle una oportunidad a la mediación. Durante las sesiones de mediación, Lucas fue un gran apoyo, recordándoles lo importante que era escucharse mutuamente y buscar soluciones juntos.

Poco a poco, sus padres comenzaron a comunicarse mejor y a entender las necesidades del otro. Finalmente, lograron llegar a acuerdos que beneficiaban a todos.

Lucas se sintió muy feliz al ver que sus padres estaban más tranquilos y que, aunque ya no vivieran juntos, podían trabajar en equipo para cuidarlo. A partir de ese momento, Lucas se convirtió en un defensor de la mediación familiar, compartiendo su experiencia con otros niños y familias.

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